A Raúl Agné, la situación en la que está ahora el Tenerife le recuerda a la que se encontró en febrero, cuando llegó al club para sustituir a Álvaro Cervera. Sigue sin explicarse los verdaderos motivos que han llevado al equipo de agradar en la pretemporada a no convencer ni ganar en la competición. Se ha percatado de que este decepcionante inicio de Liga ha despertado a los fantasmas del pasado oscuro del club y que este clima de incertidumbre está afectando a los futbolistas. Además, entiende la preocupación que le ha transmitido Miguel Concepción y no le angustia tener que afrontar el partido del sábado como si de un ultimátum se tratara. "Estamos en una situación en la que todos somos muy feos y muy malos, en la que esto es una mierda y nos saldremos ni a la de tres, pero yo no lo veo así. Estoy convencido de que el equipo saldrá. No sé si lo hará más pronto o más tarde, pero el equipo es lo suficientemente competitivo para afrontar la temporada con garantías. Cuando se adapten los jugadores que han llegado nuevos y los que estaban recuperen su mejor versión, el Tenerife irá hacia arriba, seguro", dijo en una entrevista en Radio Marca.

Agné explicó que está gestionando el delicado momento en el que está el equipo "con responsabilidad y siendo consciente de que no está siendo el comienzo soñado, pero las cosas no son como uno quiere, sino como vienen. Hay que tener la serenidad suficiente y mucha capacidad de trabajo para intentar levantar la situación".

El técnico reveló que los futbolistas "están tocados", igual que hace ocho meses. "La situación no es más difícil que la que me encontré la temporada pasada. Me recuerda al momento en el que vine. Hemos tocado fondo y no hay que mirar atrás", manifestó Raúl.

Por otra parte, admitió que conversó con Miguel Concepción después de la reciente derrota con el Oviedo. "Siempre hablo con el presidente, y mi discurso con él no ha cambiado. El suyo respecto a mí, sigue igual", contó el de Mequinenza. "Existe una preocupación y lo entiendo, pero mi mujer o el socio que va al campo también están preocupados".

Respecto a la posibilidad de que el encuentro en Palamós sea el último de Agné como entrenador del Tenerife, si el desenlace es adverso y el equipo ofrece una mala imagen, aclaró que no "asume" su profesión "desde la perspectiva" de tener o no un ultimátum. "Eso me da igual", prosiguió. "Lo que quiero es tener fuerzas para ganar al Llagostera, pero esto es fútbol y no sé qué pasará: si estaré dos días, si me iré mañana o si me quedaré tres temporadas".

En ese sentido, aclaró que está al margen de las informaciones que se publican sobre su posible destitución, pero no pasó por alto que "este es un tiempo de especular y de sangre, y hay que aceptarlo".

Agné opinó que "no tiene ningún sentido" leer la prensa local. "Solo tienes que andar por la calle y notar lo que respira la gente para saber lo que hay, y eso forma parte de la profesión. Hoy soy muy guapo y mañana seré muy feo; así de rápido. Yo no voy a decirle a nadie cómo tiene que hacer su trabajo, igual que no me han de decir cómo tengo que hacer yo el mío. Lo que me sentaría mal sería no tener fuerzas para ir a ganar a Llagostera".

Pasando a las claves futbolísticas del problema en el que se ha metido el Tenerife, no ocultó que "el equipo está jugando mal" y recordó que "el arranque en Soria fue muy perjudicial e inesperado". Luego, tras el 6-3 ante el Numancia llegó la derrota en el Heliodoro con el Nástic. "No jugamos peor que el rival y perdimos, y eso nos dolió todavía más. A partir de ahí aparecieron los viejos fantasmas del pasado y la gente empezó a pensar que el equipo estaba otra vez igual. Eso le ha llegado a los futbolistas y el tema ha empezado a ser mental".

Agné no comparó los cambios que ha introducido en las alineaciones, en tan solo cuatro jornadas de Liga, con vaivenes. "No me considero un descerebrado. Intento tener capacidad de análisis para saber por qué tomo ciertas decisiones. Lo que he buscado ha sido utilizar otras piezas para que la cosa vaya encajando", contó el técnico, que eligió a Jorge y Alberto como centrales titulares el pasado domingo con el fin de tener "más fútbol" en la salida del balón. "Pero todo se fue al traste", concluyó.

Refiriéndose a todos los canteranos, Raúl señaló que "no es el mejor momento para los chicos".

Asimismo, lamentó los "errores groseros" que está cometiendo el Tenerife en defensa y "en momentos puntuales" que han obligado los blanquiazules a "remar contra corriente", y advirtió de que sus equipos "siempre fueron fuertes y duros, y el Tenerife es blandito".

Con todo esto, aseguró que no se arrepiente de nada de lo que ha hecho esta temporada, pero reveló que se ha preguntado "muchas veces" por qué se ha desencadenado un comienzo tan negativo. "El domingo vi a los jugadores sufrir como deportistas y eso no me gusta. Hay que intentar recuperar la confianza y la tranquilidad para que, desde el esfuerzo, vuelvan a ser futbolistas válidos", finalizó.