Miguel Gómez

Las necesidades de diversificación de la oferta turística del Archipiélago -al que se exige que vaya más allá del sol y la playa para mejorar sus herramientas para competir en un mercado al que cada vez se suman más rivales- tienen un aliado. La Zona Especial Canaria (ZEC) ha autorizado tres proyectos de una especialidad en auge: el turismo terapéutico y de salud.

Los clientes de esta modalidad son, normalmente, familias de elevado poder adquisitivo que acuden al destino movidas por una doble oferta: la propiamente turística -en la que un buen clima como el de las Islas constituye un ingrediente imprescindible- y la terapéutica y sanitaria.

Pese a su poderío turístico, España aún debe avanzar mucho para alcanzar a las grandes potencias de esta especialidad: su peso en el mercado mundial es de aproximadamente el 1%. Eso sí, no deja de crecer -lo hace al 20% anual- y, en esa carrera, Canarias aspira a obtener un buen puesto.

Aunque ya contaba con "muchas actividades vinculadas al turismo" -como agencias de viajes, touroperadores o algunas relacionadas con el ocio-, la incorporación de estas actividades es una novedad en la zona de baja tributación, que el año pasado fue sometida a una reforma que amplió su campo de acción.

"Canarias, con su sol y su clima, puede ofrecer un turismo terapéutico muy importante que le permita diversificar su oferta tradicional", afirma Beatriz Barrera, presidenta de la ZEC, que en una reciente entrevista expuso al presidente del Gobierno regional, Fernando Clavijo, las "muy interesantes" posibilidades que plantean estas actividades.

Los tres proyectos que se han acogido a la Zona Especial son de nueva creación y con un capital mayoritariamente extranjero, aunque en alguno de ellos hay inversión canaria. La autorización otorgada supone que comienzan a desarrollarse. A los seis meses de su registro ya tienen que crear puestos de trabajo.

Barrera precisa que se trata de "actividades de largo recorrido" que, en estos momentos, "están empezando a caminar". Algunas están más orientadas a la faceta terapéutica y otras a la salud y el bienestar.

Los servicios que ofrecen consisten, sobre todo, en la rehabilitación de ciertas lesiones o dolencias, y de ellos ya existen "algunos intentos" en la Comunidad Autónoma. La presidenta del consorcio de la ZEC sostiene que Canarias proporciona, en este aspecto, las condiciones necesarias para que los clientes disfruten de "una recuperación óptima". Otros servicios tienen que ver con la rehabilitación cardiaca e, incluso, con aspectos más relacionados con la estética.

Si estas iniciativas finalmente se materializan, pueden representar una cuantiosa inversión. "No son actividades que puedan ponerse en funcionamiento con el mínimo de 100.000 euros" que se exige a las entidades interesadas en acceder a los incentivos fiscales de la Zona Especial.

Su desarrollo puede contribuir, "sin duda", a una oferta de turismo de calidad, apunta Barrera. Los países de los que proceden los potenciales clientes son emisores de turistas que realizan un importante desembolso en el destino, caso de Rusia o las naciones escandinavas.

Si estos proyectos están en la Zona Especial Canaria, insiste la presidenta, es porque "ya habían visto ese modelo de negocio en las Islas como una posibilidad complementaria al turismo de alto poder adquisitivo".

Beatriz Barrera

presidenta de la zona especial canaria