Al final, las aguas siguieron su cauce, pese a las continuas amenazas de que en cualquier momento el río podía desbordarse. Quizás tenía razón el presidente del Gobierno canario. La situación generada por el anuncio de una moción de censura, en el Ayuntamiento herreño de La Frontera, generó más ruido que nueces en torno al futuro del pacto que sustenta su Ejecutivo. Menos mal, pues la tarea que tiene por delante el Gabinete de Fernando Clavijo no admite muchas distracciones. Más aún en el caso de su vicepresidenta, a tenor de los datos, que ella misma dio a conocer esta semana, sobre la situación en que se encuentra la mitad de los dependientes que la Consejería de Políticas Sociales tiene censados en las Islas. Nada menos que doce mil no reciben en la actualidad ninguna ayuda. Todos ellos habrán vivido, bastante abochornados, el cruce de declaraciones en un caso y filtraciones en otro que tanto desde el lado de CC como desde el del PSOE se han venido realizando sobre el futuro del acuerdo suscrito por ambas formaciones para gobernar el Archipiélago. Como también se habrán quedado asombrados los más de 33.000 demandantes de trabajo registrados en el Servicio Canario de Empleo, que no superan los 30 años y ni estudian ni trabajan. Con toda seguridad, lo que esperan de la titular de este departamento es que ponga sus cinco sentidos en buscarles una salida y no en apagar el fuego originado por sus correligionarios en un pequeño municipio.

En la otra cara de la moneda está el acuerdo -"histórico", según lo calificaron sus promotores- alcanzado el pasado miércoles por el presidente del Ejecutivo canario y el ministro de Hacienda, por el que a las Islas se les condona, de forma definitiva, el pago de la compensación por el extinto Impuesto de Tráfico de Empresas (ITE). A falta de conocer los detalles concretos de la negociación y, sobre todo, a qué se va a destinar el dinero ahorrado, el hecho de que el Archipiélago disponga de casi 200 millones de euros más todos los años y pueda dedicar esos recursos a hacer frente a otras necesidades perentorias es una estupenda noticia. Como también lo es que la nueva etapa en las relaciones entre Canarias y el Gobierno central comience a dar sus frutos.

Canarias ha dejado atrás la recesión, pero los cimientos que sustentan la mejora económica del Archipiélago no son todo lo firmes que debieran. Así se recoge en el último informe de coyuntura elaborado por CEOE-Tenerife y que fue hecho público ayer. A juicio de la patronal, el crecimiento se debe fundamentalmente a factores externos que no son permanentes ni suficientes. Por ello, anima a los poderes públicos a poner de su parte para que este impulso sea estable. Las recetas que da no son nuevas, pues vuelve a insistir en la necesidad de reducir la regulación y la burocracia. Una cuestión que el propio presidente del Ejecutivo canario admitió durante la campaña electoral y en su discurso de investidura. Igualmente, el informe destaca la lacra del paro como uno de los factores que impiden que la tasa de crecimiento sea mayor. Otro de los objetivos incluidos por el Gobierno que lidera Fernando Clavijo entre sus prioridades.