Todo es más fácil cuando hay un gran fondo de armario. Las posibilidades de éxito, como en cualquier juego de azar, se multiplican en función del número de apuestas que se paguen. Ana Belén y Víctor Manuel, en ese sentido, se presentaron anoche en el Pabellón Santiago Martín de La Laguna con un buen arsenal de canciones que fueron reconocidas por los casi cuatro mil espectadores que acudieron a la segunda cita de "Canciones regaladas".

Hubo tiempo para que sonaran "El padre Antonio y el monaguillo Andrés", "Quiéreme tal como soy" o "Aleluya", tres títulos incluidos en un disco con el que la pareja artística y sentimental rompió una sequía que se alargó durante tres décadas, pero también hubo minutos para el recuerdo.

Ana Belén saludó a los asistentes con la frase "todas las canciones que he cantado a lo largo de mi vida han sido canciones regaladas". Los artistas, que se repartieron el puritanismo con un equilibrio perfecto, dieron volumen a una ráfaga musical en la que no faltaron clásicos como "Contamíname", "La puerta de Alcalá", "España camisa blanca de mi esperanza" o "Lía", temas que forman parte de su equipaje musical y que pasearon en Los Majuelos con la complicidad de los asistentes.