Punto y, ahora sí, final del mercado San Pablo, tal cual lo concibió Pablo Montesinos. El Juzgado de Instrucción número 2 de Santa Cruz de Tenerife dictó este jueves una sentencia que fija el desahucio del edificio de la calle Herradores 59 para el próximo 4 de noviembre, a las 9:30 horas.

El juicio se había celebrado solo un día antes, el miércoles, tras una demanda presentada por la familia Borrella, propietaria de la casona del siglo XVIII, por la falta de pago de las rentas de alquiler.

El fallo al que tuvo acceso ayer este periódico condena al promotor de la recova gourmet a que "desaloje", "deje libre" y "a disposición" de los dueños el local comercial que ha venido ocupando, cerrado y abierto (solo cinco meses), el mercado San Pablo.

Además, deberá pagar 282.600 euros correspondientes a las rentas debidas y cantidades asimiladas hasta la celebración del juicio, así como las que se vayan devengando durante la tramitación de la causa.

Pablo Montesinos había alegado en el juicio que había presentado un concurso de acreedores (lo hizo un día antes del juicio) al no llegar a un acuerdo ni con los operadores de la recova ni con los propietarios del inmueble, una medida con la que pretendía frenar el desahucio.

Además, y en declaraciones a este periódico, el promotor de San Pablo había dicho el jueves que había un inversor canario interesado en abrir de nuevo la recova gourmet, pero la negativa de uno de los miembros de la familia Borrella a negociar había parado esa operación.

Ayer, la citada familia prefirió no hacer declaraciones.

Como se recordará, Pablo Montesinos ya frenó, en julio de 2014 y en el último momento, una orden de desahucio, antes incluso de que el mercado abriera sus puertas. Lo consiguió pagando las cuotas de alquiler que debía en ese momento y adelantando algunas más.

El mercado permanece cerrado al público desde el pasado 6 de abril, apenas cinco meses después de su inauguración. El suministro eléctrico del establecimiento fue cortado ese día por impago, y, además, la Gerencia de Urbanismo de La Laguna ordenó el cierre del establecimiento al detectar una serie de deficiencias insalvables.