Esta semana se celebró el juicio por el homicidio del doctor José María Banús, ocurrido hace dos años, y el acusado fue considerado culpable por el Jurado. Ya está todo dicho. Sin embargo, el criminólogo Félix Ríos, que asesoró a la abogada del hijo y la exesposa de la víctima, cree que la investigación podía haber profundizado algo más en lo ocurrido tras la muerte del traumatólogo de origen catalán.

Ríos aclara que, "por supuesto, la Guardia Civil hizo una investigación rápida y eficaz". Indica que, "tras las primeras horas de pesquisas y una exhaustiva inspección ocular, se dio con una huella que condujo" al acusado, "Cheikh Tidiane, un senegalés con antecedentes penales de poca envergadura". El criminólogo dice que "la labor de los forenses determinó con claridad que el médico había sido estrangulado y que el fuego provocado en el coche abandonado en Güímar solo trató de enmascarar, sin éxito, las pruebas del crimen". Recuerda que, "en menos de 48 horas, la Policía Judicial de la Guardia Civil ya tenía identificado, localizado y controlado telefónicamente" al sospechoso. Y el registro en la casa de Cheikh fue determinante, según Ríos.

Al preguntarle si han quedado cabos sueltos, el criminólogo tinerfeño responde que "sí, efectivamente; al comienzo de nuestro trabajo de revisión y apoyo a la letrada, no entendíamos cuál había sido claramente el móvil del crimen y si Cheikh había participado solo en el mismo". Para Ríos, "únicamente cabían dos posibilidades sobre la causa: o bien el ordenador del doctor Banús contenía algo de vital importancia para el autor, o bien simplemente hubo un desacuerdo económico entre víctima y agresor". Además, "en cuanto a la posible participación de una segunda persona en la fase de ocultamiento del cuerpo, aún albergamos dudas". En el juicio se apuntó la tesis de un posible desacuerdo económico y Ríos comenta que, "efectivamente, nos decantamos también por ese móvil", pero no porque hubiese un regateo entre las partes. En las comunicaciones previas entre la víctima y el autor se evidenció el interés de Cheikh por recuperar unos archivos descargados en el ordenador de Banús, según Ríos. Pero los especialistas de la Guardia Civil no hallaron indicios de trasiego de archivos en el software. Desde su punto de vista, "esto no descarta que hubiera habido documentos o fotos comprometedoras" para Cheikh, porque no todas las operaciones informáticas dejan huella o son recuperables. Ríos dice que la "explicación más probable es que el acusado quiso un dinero que nunca fue pactado y prueba de ello es que, al día siguiente de los hechos, envió a Senegal una suma de dinero muy similar a la que Banús tenía encima habitualmente, para que su familia celebrara la Fiesta del Cordero, una relevante costumbre en su país".

El criminólogo comenta que, si efectivamente Cheikh no sabía conducir y así se apreció por el choque que ocasionó cuando trataba de arrancar el coche de la víctima para transportar su cuerpo desde Los Realejos hasta Güímar, difícilmente eso es compatible con el testigo que aseguró cruzarse con el coche de Banús horas después" en Güímar, que manifestó que "dio marcha atrás con destreza y velocidad".

A Ríos y a la abogada de la defensa tampoco les encaja el tiempo invertido por el acusado desde Los Realejos, donde mató a la víctima, hasta Güímar, tras pasar por La Laguna, el monte de La Esperanza y Arafo. Para el criminólogo, "nosotros, de día, conociendo la carretera y con un conductor con experiencia, tardamos lo mismo que Cheikh, que supuestamente no sabe conducir, estaba asustado, por una carretera de montaña que desconoce, y de noche". Añade que "algo sigue sin encajar".

A preguntas de la abogada del hijo, dos sargentos de la Guardia Civil explicaron en el juicio que no dieron importancia a una llamada en senegalés que el acusado envío pasadas las once de la noche del día de los hechos. ¿A quién llamó Tidiane y qué le dijo?

Sobre el tratamiento ofrecido por los medios de comunicación tras el hallazgo del cadáver, Ríos comenta que "no fue correcto, porque parecieron más interesados por los detalles morbosos del crimen que por el asesinato en sí". "Creo sinceramente que la orientación sexual de la víctima o sus preferencias poco importan en este caso", estima el criminólogo. Añade que, "si el doctor hubiese sido una mujer, el tratamiento periodístico y social hubiese sido el contrario al que se dio". Afirma que "José María deja un hijo, una nieta, una exmujer y buenos amigos, que merecían un mejor recuerdo suyo".

sucesión de los hechos

Desde la confirmación de la cita hasta el ocultamiento del cadáver

En la primera viñeta se aprecia una de las conversaciones telefónicas entre la víctima y el agresor para concertar el encuentro. En la segunda, se refleja la entrada de ambos en la vivienda del joven senegalés en Los Realejos. En la tercera, se ve el estrangulamiento que causó la muerte de Banús y en la cuarta, el transporte del cadáver hasta un camino del barrio de Fátima, en Güímar.