Los volcanes políticos de El Hierro siguen temblando y sus movimientos aún se sienten fuera, aunque los riesgos ya no son los mismos. Tras abortarse el viernes la censura promovida por el PSOE en La Frontera, la dimisión en bloque de los socialistas herreños que integran la Ejecutiva insular y las tres asambleas locales (de ese municipio, Valverde y El Pinar), decisión tomada en la asamblea del lunes, hace que el panorama para el PSC en esta Isla y sus consecuencias en el resto del partido sean impredecibles, aunque fuentes de la Ejecutiva regional quitan importancia a la situación y creen que se solventará.

De momento, el líder herreño del PSC, Alpidio Armas, explicó ayer a los medios que se han sentido abandonados por la Regional, insistió en que el secretario de Organización, Julio Cruz, respaldó la censura y que también la conocía Patricia Hernández. A su vez, negó que la readmisión de los ediles se produjera de forma automática el viernes, al retirar la moción tras la presión de la Federal (directamente de Pedro Sánchez después de reunirse con Fernando Clavijo) y la mediación de Patricia Hernández y José Alcaraz.

Según recalcó, la salida al conflicto y la renegociación con AHI pasan por un mayor peso en el Gobierno, la confirmación de José Francisco Armas como viceconsejero de Relaciones con el Parlamento (fue elegido por Hernández) y la "readmisión" de los ediles. De lo contrario, advirtió de que el pacto en la Cámara perdería el apoyo de la diputada herreña Ana González, que pasaría a ser no adscrita, si bien esto no pone en riesgo la mayoría absoluta.

Fuentes de la Regional recalcan que la readmisión fue automática (y ayer se ratificó oficialmente), que Armas será viceconsejero y que se irán constituyendo gestoras en la Isla. En el fondo, creen que la maniobra de Alpidio Armas es un requiebro para seguir. El entorno de Hernández insiste en que hizo lo que pudo para evitar la censura antes y después de presentarse.