El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, anunció hoy que la UE movilizará 1.000 millones de euros para ayudar a los refugiados en países cercanos a zonas de conflicto como Turquía, Jordania o Líbano, y reclamó corregir la política de puertas abiertas para reforzar las fronteras.

"Los líderes han acordado incrementar la ayuda a Líbano, Jordania y Turquía y otros países en la región. Se ofrecerá más dinero a cambio de una cooperación reforzada", señaló Tusk en rueda de prensa al término de la cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de Gobierno.

"Al menos se movilizará 1.000 millones de euros adicionales para ayudar a los refugiados en la región a través del Programa Mundial de Alimentos y ACNUR", aseguró, al tiempo que agradeció a los líderes que respondieron hoy a su llamamiento para aportar fondos con "dinero fresco".

Tusk advirtió que la UE necesita "corregir la política de puertas y ventanas abiertas".

"Ahora deberíamos centrarnos en la protección adecuadas de las fronteras exteriores y en la asistencia a refugiados en los países vecinos", continuó.

El líder comunitario explicó que su objetivo al convocar el encuentro de esta noche era "poner fin a las acusaciones públicas y tener una discusión honesta sobre la naturaleza del problema y las posibles soluciones".

En este contexto, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE acordaron "medidas a corto plazo que tendrán que estar listas en tres semanas antes del encuentro regular del Consejo Europeo".

"Esta noche nuestra discusión se basó en hechos, no en emociones", recalcó Tusk, quien recordó que hay ocho millones de desplazados en Siria y 4 millones más que han huido a países vecinos, por lo que hay millones de potenciales refugiados intentando llegar a Europa.

Tusk explicó que los líderes también han acordado que el "actual caos de nuestras fronteras exteriores debe acabar".

"La gestión y el control adecuados de nuestras fronteras exteriores es nuestra responsabilidad común. Sería injusto poner todo el peso en Italia o Grecia", agregó.

Una de las novedades de hoy es que se ha puesto fecha a la activación de los centros de identificación, registro y toma de huellas dactilares de refugiados, que tendrán que estar listos a finales de noviembre, explicó.

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, mostró su convencimiento en que se necesitan 1.000 millones más "para asistencia de emergencia para los Estados miembros más afectados; 600 millones más para las agencias europeas en 2016, 200 millones más para el programa mundial de alimentos para 2015, 300 millones más para ayuda humanitaria en 2016".

Además, indicó que también es necesario destinar más fondos a "estabilizar nuestros países vecinos inmediatos", para lo que planteó destinar 1.000 millones a Turquía y 17 a Macedonia y Serbia.

"El comunicado pactado nos permite trabajar sobre esas bases y eso es exactamente lo que haremos en los próximos días, ha sido un encuentro excelente", resumió Juncker, quien mostró su satisfacción por el ambiente del encuentro de los líderes, "mejor de lo esperado".

"Temía antes de venir aquí que sería una sesión tensa, pero no ha sido el caso, se ha basado en el consenso y todo el mundo ha hecho esfuerzos para llegar a conclusiones", dijo Juncker.

"Las medidas acordadas hoy no van a poner fin a la crisis, pero son todas pasos necesarios en la buena dirección", resumió Tusk.