La realidad que azota actualmente al mundo, las diferentes formas de violencia entre los seres humanos, el papel de Europa, la intolerancia, la libertad de expresión o los fundamentalismos políticos y religiosos son algunos de los aspectos que se abordan en el poema escénico "La edad del frío. Conversaciones con Antígona", texto escrito por el poeta y dramaturgo tinerfeño Roberto García de Mesa, que se estrenará hoy, a las 20:30 horas, en el teatro Guimerá de Santa Cruz.

La actriz y bailarina Cristina Hernández Cruz será la única encargada de dar vida a esta singular pieza teatral, una especie de monólogo que tiene una duración de cien minutos. Está formada por una quincena de fragmentos y un epílogo que van navegando sobre muchos temas diferentes de la actualidad imperante, y la música que acompaña la acción son una decena de canciones de la banda madrileña El Intruso.

García de Mesa precisó que se trata de una obra de teatro contemporáneo en la que hay mucha libertad escénica. "Es una obra muy irónica de principio a fin. Tiene un cinismo muy agudo. Trata sobre la época que vivimos realmente. Es una obra que tiene mucho apoyo visual, movimiento, danza..., trabaja muchos lenguajes. No habla de un solo tema o una historia, sino que vas ahí y te dejas llevar. Te encontrarás con lo que traigas en tu mochila mental, ahí, de frente, porque juega mucho a interrogar al espectador, a moverlo por diferentes lugares y, en algún momento, apretamos el acelerador".

El autor de la obra reconoció que escribió este texto porque se siente perplejo ante lo que se está produciendo en el mundo. "Intento navegar por diversos asuntos que generan conflictos, entrar y salir de ellos, a veces, conllevan un alto riesgo para uno y para quien lo observa. Pretendo que el público se interrogue sobre su propio lugar en todo esto, dónde se ubica en el feroz mundo de hoy. No doy ninguna solución, no tengo respuestas absolutas, no es una obra de tesis", matizó.

Otro asunto importante para el dramaturgo tinerfeño, que lamenta de que en Canarias no exista un circuito de salas alternativas para un tipo de teatro experimental como este, es conmover de alguna forma al espectador, que genere un debate y una actitud activa ante lo que se plantea en escena.

"Lo que me gustaría es que esta obra fuera un pretexto para debatir o para conocernos un poco mejor; es decir, para debatir sobre el mundo en el que estamos ahora, porque esto forma parte de mi asombro. Hay también mucha denuncia social, hay muchas cosas".

"La edad del frío. Conversaciones con Antígona", mito de Sófocles que representa la objeción ante las injusticias, se centra en este caso en la actualidad, motivo por el que el vestuario es muy contemporáneo, un traje rojo con zapatos rojos. Con respecto a la escenografía, explicó que en algunos de los cuadros se utilizan proyecciones de fotografías. "La escenografía es muy esencial, pero a medida que se desarrolla el poema se va llenando de elementos. Al final es un espacio en el que hay un montón de cosas. Al principio está vacío, pero luego es una instalación artística que es un caos total, lo que es realmente Europa".