No quiero referirme a lo que a partir de mañana pueda producirse tras el resultado de las elecciones (amañadas) catalanas. Habremos llegado a esa situación por la alocada decisión de los dirigentes "catalonios" (catalanes independentistas) y la pasividad del Gobierno de España a lo largo de esta legislatura.

La convulsión a la que deseo referirme es a la que está padeciendo la Real Sociedad Económica de Amigos del País de Tenerife (RSEAPT). Es el periodo en que la está dirigiendo, por arte de unos tortolines, entre los que me cabe el deshonor de serlo, que elevamos a la categoría de Director, un aciago 31 de enero de 2013, a quien había venido siendo un incompetente tesorero, cosa que vinimos a descubrir en el contenido de una sentencia judicial por despido de una empleada producido con inmediatez a la toma de posesión del cargo de Director.

Las primeras actuaciones del actual Director vinieron a mostrar un carácter totalitario nunca visto en la señera Real Sociedad. Yo, que a lo largo de mi vida he pertenecido a múltiples asociaciones, en calidad de presidente, secretario, tesorero, o simple asociado; que he pertenecido a un partido político y a un sindicato, con responsabilidades orgánicas; no me había encontrado jamás con una actitud como la de este Director.

Como a lo largo de esa vida no he sido un miembro pasivo, sino que por mi carácter exigente y meticuloso me he visto en la necesidad de intervenir par ensalzar o criticar lo que entendía conveniente, las críticas a las actuaciones de este Director estaban patentes en todas las Juntas Generales. Como sea que mi esfuerzo devenía inútil y no lograba otra cosa que minar mi salud, hube de optar por darme de baja de la RSEAPT, de forma oficial, el 29 de enero de 2015.

Esta Real Sociedad alcanzó una puesta en valor ante la sociedad tinerfeña con la dirección de don Leandro Trujillo, y se consolidó con la dirección de don Andrés de Souza. Es una lástima que, en tiempos que decimos de reconocida democracia, la RSEAPT se vea importunada por un Director con improntas presidencialistas. Improntas que, supongo conducidas por él, han quedado plasmadas en los Estatutos reformados tras más de un año de incubación y que no han alcanzado la aprobación en Junta General debido a postulados antidemocráticos y antijurídicos.

A mí, ya desde afuera, me causa dolor el que miembros de la Económica, por los que siento un gran reconocimiento, estén prestando su apoyo a este Director en vez de forzar su dimisión. Creo que están haciendo un daño grave a la RSEAPT. Espero que este tiempo convulso pase y la Económica vuelva a ser el lugar de encuentro, debate y propuestas que fue.