El Mirandés, un equipo que ha dado señales irregulares en este comienzo de temporada, medirá esta tarde la recuperación del Tenerife, en un horario que parece inapropiado para jugar al fútbol en estos pagos.

La semana ha sido más tranquila que las anteriores, porque la victoria de los blanquiazules en Llagostera pacificó un ambiente crispado, en especial después de la última comparecencia del equipo ante su afición, con aquella derrota ante el Oviedo. Pero aún en tiempo de calma, queda la sensación de que la crisis del Tenerife se ha cerrado en falso. Esa es la duda que se debe despejar hoy, más con una mejoría en el juego que con el propio resultado.

El equipo de Agné ha cambiado de dibujo táctico cada semana, también lo hizo en la Copa del Rey, y no está tan claro que el que propuso en Palamós sea el adecuado para jugar en casa. En ese sentido la presencia de Alberto en el eje del centro del campo es una de las grandes decisiones que debe tomar el entrenador y que va a condicionar la forma de jugar del equipo. Si Alberto se mantiene como único medio centro, Aitor Sanz -cuyo regreso parece seguro tras cumplir un partido de sanción- y Vitolo, serían los interiores ocupando posiciones más adelantadas de lo habitual. Quedarían solo tres plazas en la zona de ataque, en la que parece que hay menos dudas, porque la presencia de Suso, Lozano y Pedro Martín es casi segura.

La gran duda, con estos supuestos centrocampistas es dónde jugaría Cristian y quiénes serían los laterales para flanquear a Germán y Carlos Ruiz. Agné debe elegir a dos entre el ex del Sabadell, Cámara y Aurtenetxe. Si Cristian regresa al puesto para el que fue fichado, Cámara podría ir a la izquierda y dejar fuera a Jon.

Enfrente habrá un equipo que ha sido capaz de ganar en Mendizorroza (2-3), pero que viene de tropezar en su campo con todo a favor para ganar. Un conjunto irregular que presenta como elemento más peligroso a Lago Junior y en cuyas filas aparece como titular Abdón Prats. Trae tres bajas: Gaffour, Sangalli y Carnicer.