Más de ocho años después de que se produjera la muerte del joven asturiano Endika Abad, tras presuntamente recibir un único puñetazo de un portero de discoteca en Costa Adeje, aún no se ha celebrado el juicio, después de un largo y lento camino por la Administración de Justicia. Por el delito que se le pide al acusado, homicidio imprudente (entre uno y cuatro años de prisión), y el tiempo transcurrido desde el suceso, en este asunto tenemos un nuevo ejemplo de que por un lado van los fundamentos de la ley y, por otro, el dolor de una familia que está agotada.

El 2 de agosto de 2007, Endika se hallaba en un local de la avenida de Los Pueblos. Tras un enfrentamiento verbal con un inglés, el grupo en el que estaba Abad ya se hallaba en la vía pública. Y el portero propinó un puñetazo al joven asturiano que le hizo caer inconsciente y sufrir un golpe mortal contra la acera en la parte trasera de la cabeza. Este episodio, salvando las diferencias, recuerda al de la muerte de Guillermo Cruz "Memo", en San Andrés.

Hay que recordar que en el retraso del proceso también ha influido la serie de recursos interpuestos por el abogado de la familia de la víctima para que el caso sea juzgado por un delito más grave, es decir, homicidio doloso.

El padre de Endika, Manuel Abad, reclama que se celebre el juicio de una vez "para poder cerrar una etapa". Señala que "cada vez que el expediente recala en los juzgados de Arona se ha retrasado, ha sido terrible". Comenta que, de los más de ocho años transcurridos, alrededor de seis y medio el asunto ha estado en el Juzgado que instruyó la causa. Manuel, cuyo único hijo era Endika, reconoce que "nos apresuramos demasiado en los primeros momentos para que el caso saliera lo antes posible". Pero la realidad ha sido otra y el tiempo transcurrido ha generado "un desgaste terrible". Por eso afirma: "Ves que, en este sentido, no hay justicia".

Después de empezar los estudios de ingeniería industrial, Endika dejó esa carrera y viajó a Tenerife a trabajar y con la intención de empezar a estudiar Turismo. En los meses que residió en la isla trabajó en un conocido hotel de lujo de Costa Adeje y en una pizzería, según cuenta su padre. Manuel, que en los primeros años llegó a dejar de trabajar al sufrir depresiones, explica que "el sufrimiento que llevamos nosotros es muy grande". Y es consciente de que todo el tiempo transcurrido juega a favor del procesado, que puede beneficiarse, si lo condenan, de la atenuante conocida como "dilaciones indebidas", es decir, que se le reduce la pena por los años que han pasado sin que se juzgara el asunto.

El progenitor del joven asturiano aclara que "ya no esperamos mucho". Señala que "pago impuestos y me gustaría que la Justicia me respondiera, porque me mataron a un hijo". El abogado de los padres de Endika, Guillermo de la Torre, detalla el recorrido judicial que ha tenido el caso. Tras dos años de investigación, en el 2009, el Juzgado de Instrucción de Arona que asumió el hecho dictó el auto de procedimiento abreviado, donde determina que se trató de un homicidio imprudente.

De la Torre dice que, tras un único puñetazo, el joven cayó de espaldas y se fracturó la parte posterior del cráneo. El letrado apunta que en ese momento los forenses plantearon que "el golpe en la caída fue tan violento porque Endika ya se hallaba inconsciente cuando estaba en el aire". En la víctima no se aprecia el más mínimo signo de defensa. Los testigos de la familia señalaron que el portero con el que previamente habían estado hablando, e incluso bromeando, insistió al grupo de Endika para que se fuera. Y en ese momento, cuando ya estaban fuera del local, el portero golpeó a Endika sin mediar palabra.

La familia decidió plantear un recurso a la Audiencia Provincial para intentar elevar la acusación, con el argumento jurídico de que se trató de un delito de homicidio en el que existió un "dolo eventual", es decir, que aunque el acusado no quiso inicialmente causar la muerte, tenía que haber pensado que un único golpe de esa intensidad en la cabeza podía causar la muerte y, a pesar de ello, optó por ejecutar su agresión. La Audiencia Provincial estimó el recurso y obligó al Juzgado de Instrucción de Arona a continuar el trámite por el procedimiento de Jurado.

En 2013 vuelve a llegar a la Audiencia Provincial, pero el magistrado presidente del Tribunal del Jurado toma la decisión de que, por los hechos, se trata de un homicidio imprudente, cuya competencia no corresponde enjuiciar a un Jurado, y determina que regrese al Juzgado de Instrucción para que, por segunda vez, se continúe el trámite que corresponde al delito de homicidio imprudente.

Guillermo de la Torre, por indicación de la familia, plantea un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) en 2014, pero dicho organismo lo rechaza y confirma el auto por el que se califica como homicidio imprudente la muerte de Endika.

Y es así como el asunto recayó en junio del presente año en el Juzgado de lo Penal número 5 de Santa Cruz de Tenerife para que sea juzgado. Aún no hay fecha para su celebración. Guillermo de la Torre señala que están en la misma situación que en 2009, aunque su objetivo siempre fue "pelear hasta el máximo" por expreso deseo de la familia y por entender que la muerte de Endika fue un homicidio intencionado.