Agentes de la Policía Nacional consiguieron desarticular una organización especializada en asaltar comercios y joyerías que operaba en diferentes puntos de España. Se trata de la misma red que se apoderó de joyas y diamantes valorados en más de 280.000 euros en una joyería de Arona. Los arrestados utilizaban un soplete de gran potencia para fundir la puerta de acceso de los locales donde pretendían robar y tenían conocimientos específicos para el manejo de herramientas sofisticadas.

Los agentes lograron frustrar el asalto a otra joyería de la capital murciana cuando pillaron "in fraganti" a los cuatro asaltantes justo en el momento en el que se disponían a practicar un butrón. En la operación fueron detenidas ocho personas, cuatro en Tenerife y otras cuatro en Murcia. Todas formaban parte de una trama que contaba con informadores y colaboradores en todo el territorio nacional.

Las investigaciones se iniciaron por agentes de la Brigada Local de Policía Judicial de la Comisaría Sur de Tenerife a principios de 2014, tras un intento de robo perpetrado en las oficinas de una discoteca de Arona. En esta ocasión los autores no consiguieron sustraer nada, debido a que el establecimiento contaba con fuertes medidas de seguridad, pero el "modus operandi" empleado puso en alerta a los investigadores, ya que habían cortado la puerta de acceso al local mediante la fundición del metal con una herramienta tipo soplete.

Los policías, que habían centrado sus esfuerzos en conseguir la identificación de los autores de este hecho, relacionaron este suceso con un nuevo robo cometido en el mes abril de 2015 en una joyería de Arona. Los responsables del asalto repitieron la misma forma de actuar, accediendo a la joyería tras cortar la puerta con un potente soplete. En esta ocasión lograron apoderarse de multitud de piezas de oro y diamantes, todo ello valorado en unos 280.000 euros. Los agentes tuvieron claro desde ese momento que se trataba de profesionales con una alta especialización en el manejo de herramientas, que contaban con medios y equipos sofisticados.

Las pesquisas realizadas acabaron posibilitando la identificación de los presuntos autores. Tras varios meses de complejas investigaciones los agentes llegaron a la conclusión de que pertenecían a un entramado criminal experto en los robos en joyerías, que contaba con ramificaciones en diferentes localidades -tales como Valencia, Alicante, Elche, Murcia, Valladolid, Ibiza, Mallorca, Granada, Málaga o Tenerife-, donde contaban con informadores y colaboradores necesarios para perpetrar sus asaltos.

La investigación continúa abierta y no se descarta la detención de más personas implicadas.

Identidad falsa

Muchos de los integrantes usaban identificaciones falsas para registrarse en vuelos y hoteles, por lo que los investigadores realizaron gestiones a través de Interpol con diferentes países.

Colaboración

La colaboración entre policías tinerfeños y murcianos fue fundamental para identificar a los integrantes más activos: cuatro hombres de nacionalidades uruguaya y española.