El Ayuntamiento de Los Llanos de Aridane carece de los espacios físicos suficientes para dar cabida a sus representantes municipales, una situación que hasta la fecha no había resultado ningún contratiempo, pero que, sin embargo, en la nueva legislatura está generando discrepancias entre el grupo de gobierno y al menos una parte de la oposición.

Izquierda Unida Canaria (IUC), clave para la gobernabilidad del ayuntamiento, ha expresado que lleva más de dos meses esperando a que el gobierno municipal le ofrezca un despacho para poder atender a los ciudadanos en las casas consistoriales, entendiendo que es fundamental para desarrollar su labor, mostrando su disconformidad por el retraso de los populares en cumplir con su petición. Coalición Canaria y el Partido Socialista han preferido, al menos públicamente, mantenerse al margen del debate, aunque teniendo claro que los beneficios que logre IUC son extensibles a toda la oposición.

Sin embargo, la realidad es que el principal edificio municipal carece de despachos u oficinas libres. Sí, hay "overbooking". Una visita al inmueble es suficiente para comprobar que incluso algún concejal con áreas de responsabilidad carece de un habitáculo propio. Ocurre con José María Rivera, responsable de Nuevas Tecnologías y Servicios de Atención a la Ciudadanía, mientras que otros dos de sus compañeros Manuel Perera Carreras, que lleva Urbanismo, comparte su despacho con Francisco Alberto Leal, que dirige Infraestructuras.

Otros concejales populares desempeñan su labor en el mismo espacio que trabajadores municipales, al no disponer de una oficina propia. Así, Mónica González, edil de Fiestas y Cultura, desempeña su labor junto a dos técnicos del ayuntamiento. Sin embargo, resulta más curioso observar cómo la responsable de Recursos Humanos, Lorena Hernández, está "sentada" al lado de un trabajador del área de Deportes, que, además, es el presidente del comité de empresa.

Las corporaciones municipales no fueron, a la postre, configuradas para que cada uno de los concejales tuviera su despacho. En su momento, no era lógica la liberación de tal cantidad de políticos con sueldo del consistorio, tanto con dedicación exclusiva como parcial, ni tampoco que la oposición, cuando la hubo, contara con oficinas. Por ello, resulta complejo que ahora se pueda cumplir con las exigencias que se plantean, a menos que los despachos existentes se repartan por grupos y no por estar en el gobierno o en la oposición.

Desde el gobierno llanense, formado en minoría por los populares, se ha solicitado a Izquierda Unida un tiempo prudencial hasta que se produzca la remodelación del antiguo colegio de Infantil y Primaria XXV Años de Paz, donde se prevé reubicar servicios municipales, quedando espacio en las casas consistoriales para todos los grupos.