Alfonso Basterra, acusado de matar a su hija Asunta en un presunto plan orquestado junto a su exmujer y madre de la menor, Rosario Porto, ha señalado hoy que él no asesinó a la niña y que su entonces mujer era la madre que toda criatura "hubiese deseado tener".

En la sesión del juicio celebrada este jueves, ha contestado a la abogada que se ocupa de su defensa, Belén Hospido, que él no cometió este crimen: "Por supuesto que no", ha aseverado, que no participó en él bajo ningún concepto, y ha roto a llorar al ver unas fotografías de la pequeña que se han expuesto en la sala de vistas.

Basterra ha contado que cuando se separó de Rosario Porto seguía enamorado de ella como el primer día, que al saber que tenía un amante se puso "colérico" pero que jamás le colocó la mano encima y que, rota la relación, empezó a escribir un diario en el que, con fecha del 31 de enero de 2013, anotó: "He pasado de ser un hombre felizmente casado a infelizmente divorciado. Asunta es lo más importante".

Ha asegurado que su hija era "lo que más quería en el mundo", y sobre los restos de su ADN hallados en la ropa interior de Asunta ha afirmado que ella se acostaba vestida y que, a medida que se iba quitando la ropa, se la iba pasando, con lo que solo habría tocado esta pieza con las manos y en ese contexto.

Sobre las fotografías de Asunta en las que aparecía con una vestimenta como de un cabaré, Basterra ha dicho que se trataba de una función de ballet, y ha afirmado que a Asunta le gustaba disfrazarse.

A preguntas del letrado José Luis Gutiérrez Aranguren, que representa a Rosario Porto, ha asegurado, sobre las cuerdas halladas junto al cadáver de la niña, que, en efecto, su suegra tenía unas similares en la casa de Teo (A Coruña), donde supuestamente falleció Asunta, para embalar cajas.

Se trata de la misma versión que dio ayer la madre adoptiva de la niña para justificar el hallazgo de cuerdas como esas en la vivienda.

Finalmente, Ricardo Pérez, letrado de la asociación Clara Campoamor, que está personada como acusación particular, le ha cuestionado sobre quién pudo dar a Asunta el orfidal que reveló la autopsia.

"Si encuentra a esa persona, tráigamela, porque estoy igual o más interesado que usted" en saber quién ha sido, ha enfatizado, y ha admitido que él compró alguna vez ese medicamento para Rosario Porto, que era quien lo consumía.