Trabajadores del centro de medidas judiciales para menores de Valle Tabares critican las condiciones de trabajo a las que se ven sometidos, pues afirman que tienen más presión por parte de directivos, menos personal y más carga de trabajo. Entre otras cosas, algunos empleados protestan por las inspecciones nocturnas a las que se ven sometidos y donde, en algún caso, una trabajadora se ha sentido humillada. Desde el Ejecutivo Autónomo, responsable de la entidad gestora (Fundación Ideo), niegan que haya habido cambios en los controles o las condiciones de trabajo.

Fuentes del personal señalan que en la madrugada del miércoles de la semana pasada, el director de seguridad, la coordinadora de centros de Justicia Juvenil y la directora de Valle Tabares (todos de la Fundación Ideo) llevaron a cabo un "control por sorpresa" al personal del turno de noche.

Algunos trabajadores indican que dichos directivos revisaron, desde las 4:30 horas, cada puesto de trabajo, aunque dicen que no se detectó irregularidad alguna. Dichas fuentes lamentan que los directivos le llegaron a pedir a una empleada que vaciara su bolso, por lo que la mujer tuvo que hacer visibles elementos de su higiene íntima y no se sintió cómoda. Supuestamente, un control similar también se llevó a cabo hace algo más de un año y, según los trabajadores, en esa ocasión tampoco se detectó algo anormal. Entre el personal del equipo educativo aclaran que ya los vigilantes de seguridad les revisan lo que llevan en sus bolsos y, además, se les pasa las "raquetas de seguridad" para determinar si portan metales a la entrada y a la salida del centro. Algunos empleados critican que el director de seguridad ha implantado en los últimos meses nuevas normas, como nueva ubicación de los educadores, o bien la imposibilidad de introducir pertenencias para hacer más llevadera la noche (alimentos, abrigo y efectos de primera necesidad).

Señalan que, durante el turno de noche, que dura unas 10 horas, deben permanecer en una silla, vigilados por una cámara y expuestos a corrientes de aire. Desde la Consejería de Políticas Sociales del Gobierno canario, de la que depende la Fundación Ideo, aclaran que el único control de madrugada hecho en el actual periodo de mandato es una acción rutinaria más. Además, dichas fuentes señalan que en los últimos meses no se han endurecido las condiciones de trabajo en dicho recurso.

El último control de madrugada se hizo a las 04:30 horas del miércoles de la pasada semana y en el mismo se pidió a los empleados que vaciaran sus bolsos para ver qué tenían dentro.