Algunos están empeñados en que Canarias no avance. De ahí su insistencia en abrir debates que, mediáticamente pueden tener mucho eco -en los que no se apunta, intencionadamente, toda la verdad, también hay que decirlo-, pero que no aguantan un asalto si se ponen todos los datos sobre la mesa. Una prueba de ello es el rifirrafe que a lo largo de los últimos días se ha vivido en las Islas, a cuenta de las inversiones en carreteras y, según determinadas corporaciones insulares, los supuestos desequilibrios existentes. Teniendo en cuenta los argumentos utilizados en la mayoría de las intervenciones realizadas por los "agraviados", lo mejor sería dejar pasar este brote de insularismo desenfrenado, sobre todo para no dedicar más tiempo a cuestiones estériles. Sin embargo, antes hay que advertir del daño que este tipo de controversias mediocres ocasionan a la competitividad del Archipiélago, como bien indicaba el pasado jueves el presidente del Gobierno canario, Fernando Clavijo. Los responsables públicos de las distintas instituciones de la Comunidad Autónoma no pueden estar enfrascados en peleas ruidosas y sin trascendencia, olvidando que el verdadero meollo de la cuestión no está aquí, sino en Madrid, que es donde cortan el bacalao y deciden la cuantía de las partidas que van a venir a Canarias. En lugar de aunar esfuerzos para tratar de convencer al jefe del Ejecutivo central, Mariano Rajoy, y a sus ministros de Hacienda y Fomento, Cristóbal Montoro y Ana Pastor, respectivamente, de que las Islas necesitan más fondos para situar las infraestructuras, por lo menos, al mismo nivel que las del resto del territorio peninsular, están gastando las energías en ver cómo hacer la puñeta al de al lado. Parece mentira que, después de tantos años, aún no hayan aprendido que, para lograr más recursos, el terrero de lucha no está en el Archipiélago, sino en el Paseo de la Castellana. Y mientras aquí se siguen alimentando polémicas más propias de otros tiempos, en Cádiz se inaugura un nuevo puente, que ha costado más de 450 millones de euros, o cinco kilómetros de autovía en la provincia de Zaragoza, en los que se han invertido casi 50 millones. Señores, hay que cambiar el discurso, pues el del enfrentamiento pertenece al pasado.

Buen aterrizaje al frente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife de Ricardo Melchior. El anuncio de que una parte del puerto de Granadilla estará operativo en abril de 2016 es una magnífica noticia. Después de tantos años esperando por la puesta en marcha de esta infraestructura, que ha tenido que sortear un buen número de adversidades, en determinados casos injustificadas, las palabras del que fuera presidente del Cabildo de Tenerife durante tres lustros no solo son un motivo de alegría para los habitantes de esta Isla, sino de esperanza, pues por fin comienza a hacerse realidad uno de sus grandes proyectos. Lo mismo ocurre con la reposición de Las Chumberas, obra que permitirá a los vecinos de este barrio de La Laguna acceder a una vivienda digna. Mucho tiempo han tardado las instituciones públicas en desarrollar un acuerdo suscrito en 2011. Otra razón más para dejar a un lado la política de vuelo corto y apostar por una actividad pública de altura. Es lo que demanda la mayoría de los ciudadanos.