El Observatorio del Roque de los Muchachos ha recuperado para la observación a uno de sus primeros cinco telescopios, el Jacobus Kapteyn, que será operado tras ser robotizado por un consorcio de universidades de Estados Unidos (EEUU), según informó ayer a esta redacción el administrador del complejo científico, Juan Carlos Pérez Arencibia.

El JKT tiene su historia. No es uno más en la cima de la Isla. Se le mira con cierta añoranza. Fue embarcado para La Palma en el verano de 1983. El Roque era por aquel entonces otra "cosa". Se instaló dentro de su cúpula en octubre y el primer astrónomo visitante lo utilizó el 29 de mayo de 1984. Un dato curioso: su placa base sirvió como plataforma de aterrizaje para un Harrier de la Marina Real británica a bordo del barco Alraigo después de perder su carga. Desde el principio se solicitó que el telescopio tuviera un horizonte ininterrumpido en todas las direcciones, para permitirle observar cualquier evento transitorio como una supernova o un cometa.

El Jacobus Kapteyn posee un espejo primario parabólico con un diámetro de apenas un metro y dos espejos secundarios intercambiables. Sí, es de reducidas dimensiones en comparación con los más modernos que le han ido colocando cerca. Su construcción, operatividad y desarrollo perteneció al Grupo de Telescopios Isaac Newton (ING), con la colaboración del Reino Unido, Holanda e Irlanda, hasta que finalmente fue cedido al Instituto de Astrofísica de Canarias.

También cuenta con sus logros científicos: por primera vez el JKT observó la ruptura nuclear de un cometa. Se trataba del cometa Linear, el más brillante de los que fueron visibles en el año 2000.

Hace ya casi dos años, el IAC traspasó la propiedad del telescopio a un grupo de universidades norteamericanas, consorcio denominado Sara, "que lo han reflotado, automatizado, renovado para que sea más moderno y lo han puesto de nuevo en marcha", destacó Pérez Arencibia, quien reconoció que durante la última década el instrumento de observación estelar ha estado prácticamente sin ser utilizado.

Al ser cuestionado por la apuesta real del consorcio Sara con este telescopio, el administrador del Observatorio del Roque de los Muchachos dijo que "han puesto en marcha solo un instrumento (de observación) y tienen previsto colocar otro. Es un telescopio pequeño, de un metro, para una ciencia en principio más básica, pero que puede dedicarse a varios campos. No está muy limitado por su tamaño".

El pasado sábado, curiosamente justo un día después de la ceremonia para la colocación de la primera piedra del enorme LST (Large Size Telescope), de 23 metros de diámetro, tuvo lugar el acto de reestreno del telescopio JKT, con la presencia del comité de dirección del consorcio Sara. "La verdad es que ha sido una semana con muy buenas noticias para el Roque", señaló Pérez Arencibia.