Celebrar Bodas de Diamantes no es nada fácil. Pero, de vez en cuando, se produce este importante hecho. Según todas las informaciones que hemos podido recabar, la primera clase impartida en el Colegio Escuelas Pías Quisisana fue el día 17 de octubre de 1940, "bajo el rectorado del padre Andrés Moreno Gilabert, con media docena de curas escolapios, con cuatro cursos de Bachillerato, tres clases de Primaria y 256 alumnos matriculados", tal y como ha señalado, en dos artículos brillantes publicados este año en el Suplemento Dominical La Prensa de EL DÍA, el escritor Antonio Salgado.

Hubo, antes del colegio Quisisana, otras instituciones educativas escolapias. El primer colegio Escuela Calasancia se fundó en Santa Cruz de Tenerife en 1938. Posteriormente, se adquirió un chalet de la calle La Salle, que hoy forma parte del colegio San Ildefonso.

Pero lo importante para la celebración de estos 75 años de Escuelas Pías Quisisana se gestionó con la Orden Escolapia y su implicación en un proyecto educativo más ambicioso, que concluyó con el alquiler y posterior adquisición de un hotel, el Quisisana, situado en la parte alta de Santa Cruz de Tenerife, un pequeño palacete, propiedad en ese momento del Cabildo Insular de Tenerife.

A los dos años, nuevamente por el crecimiento de alumnos, se adquirió otro edificio, en la calle 25 de julio, en el centro de la capital tinerfeña -actualmente sede de Intendencia del Ministerio de Defensa-, el colegio Niño Jesús cerca de la plaza Weyler, para los cursos de Primaria. Y al cabo de unos años, al abandonarlo, se concentraron los jóvenes estudiantes en el colegio Pious School, situado en la plaza de los Patos donde se enseñaba el idioma inglés, y en el denominado Colegio de la Rambla, para los estudios de Primaria, quedando el colegio Quisisana para el Bachillerato Superior.

Por ello, hubo un momento en que las Escuelas Pías tenía tres sedes en Santa Cruz de Tenerife, que funcionaba como un único colegio: el Quisisana, el Niño Jesús de la Rambla y el Pious School.

A finales de la década de los sesenta del siglo XX, el Pious School, es derruido para construir el edificio de Correos, que desentona totalmente con las otras tres esquinas de la plaza de los Patos. En 1977, el Quisisana fue alquilado al CEU de San Pablo por diez años; y al año siguiente, el Niño Jesús de la Rambla fue vendido al colegio Hispano-inglés.

Posteriormente, se produjo lo que nadie esperaba, debido a lo que habitualmente ha sucedido con instituciones educativas religiosas, que, por diferentes motivos, han abandonado nuestra isla: que nunca más han retornado. Pero las Escuelas Pías en los últimos años del siglo XX regresaron a Santa Cruz de Tenerife.

Hoy, 17 de octubre de 2015, tal y como hemos señalado, hay un gran acontecimiento que celebrar: los 75 años de la primera clase en el Colegio Quisisana, edificio emblemático de la capital chicharrera, obra del genial arquitecto Mariano Estanga, primero como vivienda de Enrique Wolfson, y luego como gran hotel Qusisana, que significaba "aquí se sana", y al que acudieron durante más de tres décadas ciudadanos, preferentemente europeos, a disfrutar del clima y a sanarse.

Estos 75 años, estas Bodas de Diamante, se celebran con una exposición fotográfica que se inaugurará el lunes 19 de octubre en el Real Casino de Tenerife, y se prolongará con multitud de actividades, entre las que cabe destacar las conferencias en el mes de noviembre del académico Matías Delgado y de Andrés Miranda, que abordarán tanto el aspecto arquitectónico del Quisisana como la rica historia de los Padres Escolapios, del profesorado y del alumnado de este colegio de Escuelas Pías en Santa Cruz de Tenerife.

Sería muy prolijo, y, al mismo tiempo difícil, nombrar a destacados profesores o alumnos durante estos 75 años -ya dijimos, interrumpidos durante la estancia del CEU-, pero lo que es cierto es que todos son alumnos del Quisisana, y de hecho, una de las últimas luchas del recientemente fallecido presidente de antiguos alumnos Celestino Concepción, y así acordado en Junta General, fue que todo estudiante que hubiera cursado al menos un curso en el Quisisana, ya como alumno de Escuelas Pías, ya como alumno del CEU, sería considerado, a todos los efectos antiguo alumno.

Los tiempos han cambiado, y mucho. De colegio sólo masculino, a colegio mixto en la actualidad. De la pizarra clásica a la pizarra electrónica... y a las nuevas tecnologías. Pero el deseo de enseñar y de formarse, continúa siendo el mismo.

Esperemos que estos 75 años que ahora celebramos sirvan para dar continuidad definitiva al Quisisana. Y, enseguida, celebrar su centenario.

*Presidente de TuSantaCruz