La caída durante la madrugada de varias piedras de grandes dimensiones sobre la autovía de San Andrés, a la altura del Balneario, en María Jiménez, fue la incidencia más importante de ayer como consecuencia de las primeras precipitaciones otoñales.

Las piedras llegaron al otro lado de la vía, el peatonal, por donde transitan cientos de ciclistas y paseantes. Técnicos, efectivos de la Policía Portuaria y la Local se trasladaron al lugar. También la Unipol que desalojó a algunas personas del interior del antiguo centro de ocio. Fue necesario cerrar un carril de circulación para sanear las laderas y retirar los restos del desprendimiento.

La circulación tuvo que ser desviada por la Vía Portuaria y algunos vecinos del barrio de Anaga se quejaron a primera hora de la tarde de "llevar 45 minutos atascados para llegar a casa". La vía quedó abierta en doble sentido entre María Jiménez y el Dique del Este sobre las 16:00 horas.

El cuerpo de seguridad municipal valoró en twitter la "efectiva coordinación" entre recursos, incluidos los de la empresa Lumican y la Autoridad Portuaria.

En San Andrés, nada anormal pese al fuerte oleaje, aunque la obra de la escollera paró por precaución ante la subida de la marea.

Policía Local y Bomberos resolvieron el posible peligro de una fachada en La Asunción con un corte de carril puntual.

Por último, se solucionó con rapidez una avería semafórica en el cruce de la calle Méndez Núñez con Numancia y El Pilar a causa de un corte de fluido eléctrico.