Habla tranquilo, pero con didáctica y convicción. Asume con orgullo los nuevos tiempos para las asociaciones de la construcción, que obligan a delegar la dirección en independientes para hacer más efectivas las reivindicaciones. Óscar Izquierdo pasa de gerente a presidir Fepeco y lo hace con una máxima muy clara: "El turismo nunca podrá sustituir la creación de empleo de la construcción, ni aquí, ni en EEUU ni en Alemania".

¿Su elección era la más lógica?

Sí, pero es una decisión que se está tomando en todas las patronales de la construcción...

¿Adaptación a los tiempos...?

Sí. Con la crisis se ha aprendido mucho y, por la globalización, los cambios en el sector, la nueva maquinaria, la necesidad de personal muy preparado... las asociaciones que venían de los gremios se han modernizado para convertirse en entidades de servicios y reivindicativas como siempre, pero más independientes. Pasa en toda Europa y se busca que dirija un profesional independiente para que no reivindique un constructor porque se verá mediatizado. Llevo de gerente 23 años, era lo más lógico y la reacción en Fepeco ha sido unánime y emocionante.

¿Llega tarde o es el momento?

Es el momento. Antes no porque, desde 2007 a enero de 2014, se perdieron en el sector en esta provincia 45.000 empleos y miles de empresas. Intentamos salvar el máximo número y se ha esperado a que hubiera una inflexión...

¿Y ya llegó ese punto?

Sí. La crisis la detectamos en agosto de 2007, pero pensamos que sería cíclica. La construcción es un sector de sierra en economía porque, cada cierto tiempo, tiene una crisis que dura un año y lo regula para volver a subir. Sin embargo, nadie pensó que fuera tan profunda. La construcción es el motor económico. Al parar en 2007, el resto de subsectores pararon y, desde que en febrero de 2014 tuvo síntomas de recuperación, otros sectores también. Son datos de la Seguridad Social, sobre todo por creación de microempresas de 2 o 3 trabajadores. Todos los meses crece su número y el empleo. El ritmo es pequeño, de un 2%; no es el deseado ni el que necesita la sociedad, pero, sin bajadas en 1 año y 8 meses, es lo que se llama cambio de paradigma tras tocar fondo.

¿Cuántas en esta provincia?

De mayo de 2014 a mayo de 2015, 3.000 empleos y empresas, 400.

¿Y a escala nacional?

El crecimiento es del 3% y el empleo, como aquí, en torno al 2.

¿Para qué tipo de obras?

Lo bueno es la continuidad: las empresas terminan una obra y empiezan otra, sobre todo de rehabilitación, reforma, conservación y mantenimiento, muchas en Santa Cruz y La Laguna: nunca se vieron tantas fachadas arreglándose por comunidades...

¿Y no tiene que ver también con las nuevas normativas, los años de los edificios, los riesgos...?

No, pues incluso municipios que no tienen la ITE y han sido laxos al exigir normas también lo viven. Los ciudadanos se han concienciado. Fepeco tiene un registro para mostrar empresas especializadas y profesionales para comunidades de propietarios, bares, comercios, particulares... El problema es que nos topamos con mucha economía sumergida, aunque es verdad que la Inspección de Trabajo hace una buena labor...

¿Afloran ahora más casos?

Sí, hay más inspecciones.

Claro, es que muchos de esos 45.000 no han podido reciclarse...

Pero logramos que muchos dejen esa economía sumergida concienciándolos de que es lo mejor. Creo que hemos cambiado la mentalidad de la sociedad sobre que las obras las deben realizar profesionales: ya no existe ese miedo a meterse en un proyecto que no se sabe cuándo terminas...

Aparte de que puede haber consecuencias incluso legales...

Por supuesto. Una obra en economía sumergida supone asumir responsabilidades penales, por ejemplo, si a un trabajador le da un infarto, que ha pasado. La ciudadanía se ha convencido y por aquí irá el trabajo del sector...

¿Más que sancionar, persuadir?

La labor de Inspección es necesaria y, desde que conocemos un caso, lo comunicamos y actúa con rapidez. Pero, más que esto, pedimos medidas de concienciación y al Gobierno regional le planteamos la creación de un registro, que ya lo hay en Cataluña y País Vasco, de inmobiliarios legalizados; o sea, que tengan oficina abierta, personal, póliza de responsabilidad civil y los seguros correspondientes...

Porque muchos son ilegales...

Sí, personas que no están preparadas ni tienen garantías ante un problema hacen negocios de transacciones inmobiliarias con un móvil: cuanto más disminuya la economía sumergida, más trabajo tendrán los que están legales.

¿Tienen calculada la economía sumergida en construcción?

No, ese cálculo es imposible...

Pero ha ido a menos...

Sí, por la concienciación.

Dice que evitaron que cerraran empresas: ¿tienen calculado eso?

De 2007 a 2014, entre el 65 y el 70% de las empresas del sector...

¿Y lograron no llegar al 80, 85...?

Con nuestra ayuda ante la administración, Seguridad Social, Hacienda, bancos... buscamos pactos para aplazar deudas, aunque cada empresa es un mundo. El problema es que, durante el boom, se crearon muchas por personas que no eran del sector y que buscaban dinero fácil y rápido...

Advenedizos... Dice que nadie previó lo profundo de la crisis, pero ¿Fepeco no fue consciente de que aquella burbuja era inviable?

Controlábamos bien la entrada de empresas en la asociación, solo permitimos a personas del sector y denunciamos a esos advenedizos, sobre todo de la promoción.

¿A qué lo achaca: a la orgía de crédito desde el 96, la ley del suelo del 98 de un tal Rato...?

A las entidades financieras, que llegaron a un momento en que ibas al banco a hacer cualquier operación y salías con una promoción.

¿En qué momento concreto?

El punto álgido fue 2004-2006.

Vale, y en 2007 hubo menos paro que nunca, pero era por una economía falsa, con pies de barro...

Exacto, porque los bancos ofrecían a empresarios y ciudadanos toda la financiación. Cualquiera salía con TV de plasma, el crédito para el crucero, hipoteca y coche.

¿La ley del suelo, liberalizarlo como se hizo, no retroalimentó eso?

No porque, sin financiación, no se habría dado. La crisis se debe a que, en 2007, los bancos cerraron el crédito. En realidad, en los años de la crisis la demanda de vivienda no ha disminuido...

Pero la oferta se triplicó antes...

Claro, pero eso es importante: lo que desapareció fue la financiación. El punto de inflexión en febrero de 2014 se debe a que los bancos han vuelto a dar créditos...

Sin embargo, ¿tenía sentido crear el triple de casas que Francia, Inglaterra o Alemania juntas?

Sí, la explicación es la mentalidad y cultura de la propiedad, que en Centroeuropa y EEUU es de alquiler por movilidad laboral, algo que no se da en los países latinos.

Pero ni Portugal, ni Italia o Grecia construyeron a esa escala...

Porque en España venía el turismo residencial de jubilados europeos que compraban en Canarias, Levante, Costa del Sol...

Eso ya pasaba en los 70 y 80...

Sí, pero el problema del boom no fue solo en España: estalló en 2007 en EEUU con las subprime...

¿Pudo Zapatero pincharlo?

No: era tal la financiación, de dentro y de fuera, que había para cualquier promoción; resultaba muy difícil parar esa dinámica...

O sea, culpa más a bancos alemanes, que sacaron lo suyo...

En su momento, sí. Los bancos financiaron a empresarios que no eran profesionales del sector y ciudadanos a los que se les daba hipotecas que se sabía que no devolverían... Lo otro se me escapa, pues es más de ingeniería financiera.

Se dio créditos a jóvenes que trabajaban 6 meses en este sector y no siempre en economía aflorada...

Nosotros visitábamos obras y veíamos tantos coches de alta gama que impresionaba y nos decían que eran de los trabajadores...

Volviendo al hoy y por todo esto: ¿la obra nueva seguirá siendo mucho tiempo lo más peliagudo?

Sí, hay muchas viviendas aún en manos de los bancos.

¿Qué le parece lo de los fondos buitre y no llegar a acuerdos a la baja para que esas casas sean de gente de aquí y no desahuciarla?

No podemos estar de acuerdo. El problema de esta crisis es que no se ha puesto a la persona en primer lugar, cuando debería girar todo alrededor de ella. La obra nueva no tendrá un repunte importante en 3 o 4 años, aunque ya hay bancos que financian algunas. Además, es difícil recuperar los edificios en estructura, que habrá que demoler. Iremos por la rehabilitación, sobre todo en turismo...

¿Y será suficiente con eso?

Si se desarrollan planes como el del Puerto, sí. Además, está la rehabilitación de espacios públicos, pues no se puede tener hoteles bonitos y parques, aceras, jardines, vías... que no le correspondan. Hay que equilibrar lo público y privado. Canarias es un destino turístico de primer orden, pero siempre se habla de traer turistas de calidad y solo pasará cuando se sientan aquí mejor que en su país, bien de vacaciones o para quedarse. Tenemos 3 variables claves: un territorio espectacular de belleza única, clima inmejorable y una gente acogedora.

Y la seguridad...

Claro. Si combinamos esas variables con el binomio público-privado, vamos en la buena línea.

Se dice que, por lo construido, caben 5 millones más de turistas pues la media no supera el 70% anual, pero se acabó la moratoria: ¿caben nuevos hoteles?

Hay que ejecutar lo previsto, no llenar la isla de asfalto ni hoteles. En Adeje y Guía, por ejemplo, hay proyectos de reforma de complejos muy grandes o nuevos hoteles muy importantes. El turismo solo es incapaz de crear suficiente empleo y necesita la construcción. Esos planes de renovación deben salvar las trabas administrativas.

¿Por qué no hay una proporción en el empleo del turismo con las cifras récord que presenta?

Por eso, porque no hay una ligazón con la construcción para que aumente: cuando se rehabilita un hotel, los otros sectores caminan.

¿El turismo no ha ido demasiado a maximizar beneficios sin pensar en la sociedad; ha sido justo?

Se le critica mucho por eso, pero ha hecho un esfuerzo considerable para sustituir a la construcción. Sin embargo, es imposible aquí, en EEUU y en Alemania. No se trata de construir por construir, sino de hacer los hoteles aprobados y con licencias, las carreteras previstas...

¿Qué le ha parecido el pacto?

Algo importantísimo ha sido retomar el diálogo con el Gobierno central. Que los últimos 4 años no haya habido diálogo ha sido nefasto.

¿Es más culpa de Rivero, Soria...?

Hubo enfrentamientos personales y partidistas que no pusieron por encima el interés general.

Responda: ¿el pacto en cascada?

No nos metemos en eso; queremos que las administraciones funcionen, sean ágiles y se solucione la inflación de leyes...

Apoya minimizar la Cotmac...

Claro. Tenemos inflación de leyes ambientales y urbanísticas que algunas se contradicen y que paralizan la inversión. Con urgencia, hay que simplificar y evitar el colapso.

En materia urbanística, ¿quién debería tener más peso: ayuntamientos, cabildos, Gobierno...?

Un equilibrio entre competencias locales e insulares; también el Gobierno debería decir algo...

Ya son tres administraciones...

Pero la clave está en simplificar la maraña que ahora hay...

¿Y el temor de los proteccionistas de que eso será el oeste, habrá más desequilibrios y atrocidades...?

No es matemático que tener más leyes urbanísticas proteja mejor el medio; al revés: menos dan más seguridad jurídica. También es cierto que Canarias es el lugar con más espacios protegidos del Estado, aunque se da una imagen falsa de que se construye donde se quiere, cuando el empresario solo levanta donde le dejan...

Vale, los hoteles están muy concentrados, pero, aparte de ciertos centros comerciales, el problema ha sido la autoconstrucción: el tú levanta y ya veremos...

Sí, es otro problema, pero sociológico. La masificación del cemento no es por el empresario, sino por la autoconstrucción, y los consistorios siempre miraron para otro lado por intereses electorales.

¿Ve bien que Alonso vaya por su cuenta con lo del anillo?

Con eso se ha sido injusto y se ha intentado reavivar un pleito insular que no tiene sentido. Alonso hace lo que debe, pues hay un desequilibrio que ha perjudicado a Tenerife en las obras de infraestructuras, y ya lo demandábamos en 1995.

Se le achaca a Alonso que se salte el convenio de carreteras, aunque también se dice de La Aldea...

Claro, y el alcalde de La Aldea fue a Madrid. Antes del primer convenio, Fepeco pidió en el Ministerio que se firmara, pero no veo mal que Alonso exija para una isla que ha ido maltratada. En Las Palmas se ejecuta ya la cuarta fase de la circunvalación y aquí tenemos las colas que hay en la TF-5...

Ya, pero esas colas no las solucionará el anillo insular, y se está mintiendo sobre eso...

Es verdad, no tiene nada que ver, pero el anillo es clave para que la bolsa de empleo de la Isla, que está en el norte, se traslade rápido a donde está el trabajo, el sur, de manera que no se despoble el norte.

¿Cree que alguien de La Orotava cogerá hacia Icod si no se han hecho tramos complicados como el La Rambla-Realejos? ¿Por qué insiste Alonso en hacer nueva obra con solo 15 millones y no terminar antes el tramo Guía-Adeje?

Sí, el tramo de Los Realejos es muy complicado. Pero la clave es evitar, quien sea, que haya dinero para capitales de provincia con la mitad de población que La Laguna mientras que para Tenerife todo son problemas, cuando llevamos esperando 20 años. Los cuellos de botella, como el de Añaza o Los Rodeos, hay que solucionarlos con acciones concretas...

¿Cuáles? ¿El bypass es suficiente para arreglar lo de Los Rodeos?

Es una solución importante que hay que hacer inmediatamente, pero deben buscarse otras...

¿Un carril guagua, trenes...?

Puede ser; propugnamos acciones urgentes para esos sitios...

Vale, pero ¿cómo?

Con nuevas vías o carriles, desvíos de tráfico o cierre de incorporaciones a la TF-5.

¿Y el túnel entre los dos valles?

Se podría estudiar, y está el de La Frontera, pero creo que habría muchas dificultades técnicas.

Generales, Podemos, contrato único...

Izquierdo pretende profesionalizar al máximo Fepeco, que ahora cuenta con 4 trabajadores, pero sin perder su atrevimiento, "pues en estos años tan difíciles ni nos hemos callado ni escondido. El gran objetivo es que se creen verdaderas empresas de la construcción, que vuelvan las que desaparecieron y mejorar al máximo la formación". Aunque evita pronunciarse sobre Las Teresitas o los áridos de Güímar que afectan al anterior presidente de Fepeco "pues no entro en cuestiones judiciales", no dribla la pregunta sobre el mercado del trabajo y asegura que "hay que profundizar" en la reforma laboral y apuesta por un único contrato, aunque aclara que esto no es clave en la construcción. También se moja sobre Podemos y deja claro que, en ningún caso, tiene miedo a que alcance cuotas de poder nacional, si bien cree que todo está muy abierto "en este paradigma nuevo. Lo que queremos es que se nos deje trabajar y se eliminen las trabas burocráticas: que los políticos no nos creen problemas, sino que nos ayuden". Sabe que es normal que en gobiernos de pacto haya tensiones y dice que, en Canarias, es muy difícil hacerlos en cascada por problemas en municipios, aparte de que ve lógico que, con elecciones cerca, se tensen más". A su juicio, las generales sí pueden cambiar gobiernos regionales como el canario. Asimismo, critica que "se haya demonizado al constructor y se le haya hecho juicios paralelos", aunque sabe que ha habido excesos, pero que achaca a los advenedizos. "Se nos ha culpado hasta de la crisis, cuando hemos sido los más perjudicados".