Una compañía aérea, Norwegian, que comenzará a operar con Canarias, ofrecerá pasajes a Madrid y Barcelona por treinta euros. Resulta increíble -aunque sólo sea un espejismo pasajero- que un canario pueda ir y volver al territorio continental por una cantidad escandalosamente inferior a la que habitualmente tenemos que pagar. Y eso que llevamos el certificado de residencia indígena en los dientes, porque si se trata de alguien que vive fuera de Canarias tiene que vender medio hígado en el mercado negro de trasplantes.

Los aplatanados autóctonos nos hemos ido haciendo a la resignación. Al principio viajábamos en aviones espaciosos donde se podían estirar las patas, podías caminar por el pasillo sin dejarte la cadera contra un apoyabrazos y el culo cabía perfectamente en los asientos. Luego nos cambiaron los aviones. Se encogieron. Iberia dijo que iba a cambiar la flota que operaba en Canarias por unos aviones más modernos y pequeños. Lo que hizo realmente fue mandarse a mudar. Y meter aviones más pequeños para llevar "muyayos" entre la Península y Canarias.

El infierno está empedrado de buenas intenciones. Seguramente al que se le ocurrió subvencionar los billetes de los residentes indígenas canarios al 50% de la tarifa quería ayudar. Pero el hecho es que los billetes no han hecho sino subir y subir. Y las compañías no han hecho sino engordar y engordar. Tanto que algunas han terminado comiendo fuera del plato, como Air Europa, de la que se ha difundido que tiene una inspección de Fomento por haber facturado más de treinta millones de euros en billetes que se vendieron a los viajeros por un precio y se declararon por otro.

A pesar de las subvenciones, del certificado en los dientes, de los asientos para modelos anoréxicas, de los recargos por equipaje, del aumento de tasas, de la reducción de vuelos y de la ausencia casi absoluta de una competencia real, lo evidente es que a los que viven en estas islas viajar a la Península le cuesta la clara de uno y la yema del vecino. Y eso cuando programa el viaje con tiempo, porque si es una urgencia ríete tú del toro de la Vega.

Las comunicaciones de Canarias con España apestan. Es mundialmente famoso que uno puede ir a Londres o a Berlín con un desembolso mucho menor del que nos hincan por ir a Madrid. Para el que no lo tenga claro, todo esto no puede ser fruto de la casualidad. Gente tan lista no puede hacer cosas tan mal hechas. Todo forma parte de un plan independentista. Una conjura que quiere alejar lo más posible a los canarios de peninsulandia. Y ahora vienen los del Norwegian a chingar la borrega y a tirar por la borda tantos años de maltrato y alejamiento de Iberia y Air Europa y Fomento y la señora madre de todos ellos. Eso es competencia desleal. Espero, por lo menos, que los aviones sean a pedales. Si no va a ser un choque.