La Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias ha suspendido las actividades extraescolares al aire libre a partir de esta tarde y hasta nuevo aviso, pero mantiene las clases para mañana, con excepción de algunos centros afectados por las lluvias.

Esta decisión se toma después de que la Dirección General de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias haya declarado la alerta por lluvias en Tenerife y en las islas orientales y mantenga la prealerta para La Gomera, La Palma y El Hierro.

La fuerte lluvia caída durante esta mañana ha dejado incidencias de relevancia en 39 de los 456 centros escolares que hay en Gran Canaria y en tres de los 482 de Tenerife, informa la Consejería de Educación en un comunicado.

Por ello, suspende la actividad lectiva en algunos centros, como el Colegio de Educación Infantil y Primaria Europa y el Centro de Enseñanzas Obligatorias Omayra Sánchez, en Las Palmas de Gran Canaria.

Asimismo, en Telde, en el CEIP Doctor Hernández Benítez, mientras que en Tenerife, se mantendrán cerrados tres centros del municipio de Arona, que son los de Educación Infantil y Primaria de El Fraile y de Parque La Reina; y el Instituto de Enseñanza Secundaria Guaza.

En el resto de centros afectados, los daños producidos por el agua no impiden dar clases, o se puede reubicar a los alumnos en otros espacios de los mismos.

La Consejería de Educación y Universidades podría decidir suspender las clases en otros centros dañados y trabaja para evaluar los daños producidos en todos y, en caso de ser necesarias reparaciones a largo plazo, reubicar a los menores en otros centros cercanos.

En cuanto a la decisión de no suspender hoy las clases, la Consejería aclara que la jornada comenzó con una declaración de prealerta por fenómeno meteorológico adverso, dado el aviso amarillo comunicado por la AEMET, "sin que ello implicase, en función de la gravedad prevista del fenómeno, recomendación alguna de suspensión de actividades escolares."

Después de la entrada de los menores en las aulas "y a fenómeno visto" se determinó un aviso naranja por AEMET y se decretó la situación de alerta por el Gobierno de Canarias.

En ese momento, se estimó que, ante la complicadísima situación en muchos puntos de las carreteras, lo más seguro para el alumnado era que permaneciese a cubierto en los centros, y no saliese a la calle, ni se suspendiesen las clases, puesto que "sólo se habría conseguido empeorar sustancialmente las dificultades de tráfico y habría generado mucho más peligro para los y las menores que su permanencia en los centros escolares", añade la Consejería.