La experiencia nos demuestra que cada persona tiene un par de frases afortunadas que utiliza más de una vez en la vida. Yo, por ejemplo, cada vez que puedo cuelo mi favorita: "de las cosas más seguras que hay en la vida, la más segura es la duda". Y me quedo como dios.

Las palabras y las cosas no suelen ser de un solo uso. Y eso no sólo es malo, sino que es natural. Además están las promesas. Y especialmente las que pertenecen al mundo de la política. Hay gente que promete cosas que luego no cumple. O que anuncia grandes proyectos a sabiendas de que ya no van a estar para llevarlos a cabo. Zapatero, por ejemplo, firmó el Plan Canarias que en teoría iba a traer a las Islas una inversión de 25.000 millones en pocos años. A pesar de que era un acuerdo del Gobierno, cuando llegaron los nuevos inquilinos -del PP- nos mandaron a tomar por saco.

Hace sólo unos días el presidente de Red Eléctrica Española (REE), la empresa transportista y operadora del sistema eléctrico español (participada en un 20% por la SEPI) anunció que de aquí al 2016 se van a invertir mil millones de euros. Y luego el ministro de la rama, digo del ramo eléctrico, José Manuel Soria, anunció también que se iban a invertir 800 millones. Deberían ponerse de acuerdo con las cifras, porque hablaban de la misma inversión. Pero eso no es lo importante.

El 10 de julio de 2014, REE aprobó una inversión de 801,4 millones de euros para ejecutar en las Islas Canarias para antes del año 2016 según una nota de prensa de la propia empresa. Era la suma de los 312 millones aprobados en un plan extraordinario de diciembre de 2012 más 489,4 millones aprobados ese año por el Consejo de Ministros. Unos 309 millones irían para la provincia de Las Palmas y 197 para la de Santa Cruz.

Por si no han caído, resulta que nos están vendiendo la misma cabra un año y pico más tarde. Una cabra que ya tendría que haber empezado a dar leche hace mucho tiempo. Desde que REE se hizo con el sistema de transporte en Canarias apenas se ha gastado cien millones de euros. Una cantidad ridícula si la comparamos con los 400 millones del proyecto Rómulo que ha unido con 237 kilómetros de cable de alta tensión -a 1.500 metros de profundidad en algunos tramos- a Mallorca con la Península.

En Canarias no se ha invertido en la modernización de las redes, no se ha realizado el proyecto de unir Tenerife con La Gomera, no se han construido nuevas subestaciones y en general no se ha hecho una puñetera caca en la obsoleta anticuada y poco fiable red de transporte de energía.

Ahora resulta que, reciclando, se habla de una lluvia de millones que ya estaba anunciada y que nunca se ejecutó. Es el truco del almendruco. Un coche usado que se presenta como nuevo. Pero qué jerola, compadre.