El pasado día 12 de octubre se celebro el Día del Pilar, en su 1975 aniversario, antigua y venerada tradición, que hunde sus raíces en la oscuridad de los siglos, y por los siglos se mantiene inalterada. Donde se refiere que la Santísima Virgen María, en cuerpo mortal, pues estamos hablando de la noche del 2 de enero del año 40 de nuestra era, cuando la Virgen aun vivía en Éfeso (principal ciudad de Asia Menor), con Juan , el hermano de Santiago, llamado el Mayor, uno de los más estrechos amigos de Jesús, por tanto antes de su Asunción a los cielos. Como decimos, la Virgen se apareció en Zaragoza, entonces llamada César Augusta, sobre una columna de jaspe, de 1,77 metros de altura y un diámetro de 24 centímetros, forrada de bronce y plata, que también la tradición dice que podría ser donde Jesús fue azotado antes de la crucifixión. La imagen de la Virgen María, que recuerda su aparición para animar a Santiago en su predicación, es una talla de madera dorada, de 38 centímetros de altura. El 24 de marzo de 1596 Felipe II obsequió al santuario con dos ángeles de plata, que sirven de guardianes a la Virgen.

En esta época de olvido del humanismo cristiano, donde se cometen crímenes horrendos, todos los días y en todos los lugares; donde el secretario general del PSOE pretende solucionar los grandes problemas que tenemos en España, eliminando las clases de la religión católica en los colegios, tanto públicos como privados -¿puede hacerlo legalmente?-; o la tragedia de los refugiados, conviene recordar el hecho que hemos referido, que no solo ha llegado a nuestros días por una tradición ininterrumpida, sino basada en innumerables documentos a través de los siglos. ¡Todavía hay quien piensa que nuestra religión es un invento de los curas! En el año 130, de tal fecha son los restos arqueológicos más antiguos encontrados en torno a la actual basílica del Pilar, en la entonces César Augusta romana, ya se predicaba esta tradición y las enseñanzas del cristianismo, el Evangelio. Santiago, con unos siete hombres y mujeres bautizados, que decidieron acompañarlo en su peregrinaje, hicieron una capilla junto al Ebro, tenida por el primer templo mariano del mundo.

Santiago, también conocido como el "hijo del trueno", por su carácter impetuoso y bravío, tras haber escuchado del propio Jesús el mandato de propagar el Evangelio hasta los confines del mundo, se embarcó hasta el entonces "finesterrae" (no de Galicia, costa occidental de la Hispania romana). Tras tomar tierra, posiblemente en Cartagonova (Cartagena), recorrió las tierras hispanas, dirigiéndose a las urbes principalmente, y entre ellas César Augusta, anunciando el Evangelio, proclamando que el Crucificado había resucitado y anunciando que con su muerte en la cruz, el Mesías había redimido los pecados de los hombres, y podían salvarse. La testarudez de los hispanos desespero a Santiago, pues los conversos eran escasos. Exhausto y desanimado rompió a llorar a orillas del Ebro. De modo similar a lo que ocurrió en Pentecostés, un viento impetuoso sacudió su rostro y tuvo la visión de la Virgen María, en carne mortal como hemos contado, que descendía sobre una columna de luz y lo animo en su misión, prometiéndole el apoyo de su Hijo, y mostrándole el pilar de jaspe, explicándole que la fe que entonces rechazaban, sería algún día firme como la roca -¡hasta ahora!- y que Ella misma seria pilar de apoyo para quienes dudasen o sufriesen a causa de su fe. Pidiéndole que allí se construyese un templo para su Hijo.

La posterior división del Imperio romano en reinos godos, la invasión musulmana, la reconquista, el imperio español, la evangelización de América (que algunas califican de genocidio, cuando en aquellos siglos, se quemaban en Europa a los tenidos por herejes, y las grandes naciones de hoy en día tuvieron su origen en sangrientas guerras), las guerras napoleónicas y carlistas, la "persecución republicana", la guerra civil. Dos mil años de historia se han sucedido ante el Pilar de la Virgen, que nunca se ha movido de su lugar, aunque la antigua capilla, hoy basílica, haya sufrido multitud de modificaciones en los siglos transcurridos.

Se atribuyen a la Virgen del Pilar numerosos milagros, entre ellos, el 3 de agosto de 1936, las fuerzas republicanas lanzaron cuatro bombas, que no estallaron, expuestas hoy en día a los lados del Camarín de la Virgen.

Es Santa Patrona de Zaragoza (1642), de Aragón (1678), de España, de Hispanoamérica , de la Guardia Civil (1913), Fiesta Nacional... con muy escasa repercusión en los medios.

Termino pidiéndole a la Virgen del Pilar que ayude a España, los tiempos que se avecinan pueden ser muy duros ¡depende de los españoles!