La mayoría absoluta de la que ha gozado el PP en los últimos cuatro años ha permitido al Gobierno sacar adelante casi 250 normas con rango de ley, entre proyectos de ley, reales decretos y proposiciones de ley, lo que convierte la legislatura que ahora acaba en una de las más prolíficas en décadas.

Según datos de la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes y del Congreso de los Diputados, en la X legislatura se han aprobado 244 normas con rango de ley -una cada cinco días- frente a las 197 de la última legislatura del socialista José Luis Rodríguez Zapatero, y las 219 de su primer Gobierno.

De esas 244 normas, la mayor parte -143- han sido proyectos de ley aprobados por el Consejo de Ministros y tramitados, debatidos y aprobados posteriormente por el Congreso y el Senado. En este apartado también se ha legislado más que en anteriores periodos, con 114 proyectos de ley en la IX legislatura y 136 en la VIII.

Por poner ejemplos, en los últimos cuatro años han pasado por el Parlamento normas como la Ley para la Mejora de la Calidad Educativa (LOMCE), la polémica Ley de Seguridad Ciudadana, la Ley de Costas, la ley orgánica que permitió la abdicación del rey Juan Carlos, la Ley de Transparencia o la ley de control financiero de los partidos.

Aunque lo que más diferencia la actividad legislativa de los últimos cuatro años ha sido el gran número de decretos ley aprobados en Consejo de Ministros, muchos de ellos para sacar adelante medidas urgentes con las que afrontar la crisis económica.

En total, se han aprobado 93 reales decretos ley, de los que 18 se han tramitado después como proyectos de ley en el Congreso, dando así posibilidad a los grupos a presentar enmiendas a su articulado.

Los decretos han supuesto un 38 por ciento de todas las normas aprobadas, un porcentaje superior al de las dos legislaturas anteriores.

Por ello, ha sido un método legislativo muy criticado por la oposición, que argumenta que hurta el debate parlamentario y permite al Gobierno aprobar reformas por la vía de urgencia sin justificación alguna.

Además de la iniciativa legislativa del Gobierno, el Congreso ha tramitado otras 236 proposiciones de ley presentados por los grupos parlamentarios y otras cuatro propuestas de reforma de los estatutos de autonomía remitidas por los respectivos parlamentos autonómicos.

De todos ellos, sólo se han aprobado ocho, un tercio de las aprobadas en la anterior legislatura, en la que vieron la luz 21.

Destacan tres: La polémica reforma de la Ley del Aborto, que promovió el PP; La reciente reforma del Tribunal Constitucional para perseguir a los cargos públicos que incumplan sus resoluciones, también del PP; y la recuperación del recurso previo de inconstitucionalidad para los estatutos, firmada por PP y PSOE.

En cuanto a las reformas de los estatutos de autonomía que han llegado al Congreso, se han presentado cuatro y se han aprobado la mitad.

Salieron adelante la reforma del estatuto de Castilla-La Mancha para reducir el número de diputados de las Cortes regionales y una modificación del estatuto de la Región de Murcia para permitir al Consejo de Gobierno de la Región aprobar decretos-leyes.

Más allá de la actividad legislativa, el Congreso y el Senado también han ejercido su función de control al Gobierno, con preguntas orales y escritas.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha contestado a 271 preguntas en las sesiones de control, 196 en el Congreso y 75 en el Senado. Los ministros del gabinete han contestado en total 2.474 preguntas, 1.335 en la Cámara baja, y 1.139 en el Cámara alta.

Rajoy ha comparecido hasta en 21 ocasiones ante el pleno, contando el propio debate de investidura, debates del estado de la nación, comparecencias por consejos europeos e intervenciones especiales, como la ley de abdicación, el pleno monográfico sobre corrupción o el debate sobre la consulta soberanista en Cataluña.

Según datos del Gobierno, Rajoy ha intervenido en el Congreso, sumando respuestas, comparecencias e intervenciones, 299 veces en toda la legislatura, una vez cada cinco días de promedio.

Además de las sesiones de control y las comparecencias, la oposición también ha controlado al Gobierno a través de preguntas por escrito y solicitando informes sobre todo tipo de cuestiones de su competencia.

En estos cuatro años se han contestado 162.037 preguntas escritas e informes de diputados y senadores, o lo que es lo mismo, más de 110 al día, incluyendo fines de semana y festivos de toda la legislatura.