"Giralunas" es un viaje por el universo sonoro de Luis Eduardo Aute (1943), una travesía por el infinito cosmos discográfico de un artista polifacético que ha entregado sus creaciones a unos jóvenes cantantes para que estos las manipulen a su antojo. Muchos de esos títulos sonarán el 6 de noviembre en el concierto que ArteValle Producciones llevará al Auditorio Teobaldo Power de La Orotava.

¿Qué siente un artista al ver cómo las nuevas generaciones reproducen su obra?

Obviamente existe un sentimiento de gran satisfacción. La idea de hacer este álbum no fue mía, sino de la discográfica. Era es una vieja aventura que en su momento tuvimos que aparcar cuando Álex Gallardo se marchó de Sony. Luego, al retomar el proyecto solo puse dos condiciones: que los artistas que participaran en el homenaje fuera gente que de verdad les gustaran mis canciones o, en su defecto, sintieran algún afecto por ellas. Que esto no fuera un disco de marketing en el que solamente se juntaban nombres.

¿Cuál fue su segunda condición?

Ahhh... Sí. Que fueran ellos los que eligieran el tema que querían interpretar. Algunos no tuvieron esa posibilidad porque ya estaba asignado, pero sí que les di permiso para que destrozaran las canciones y las volviera a recrear a su antojo.

No sé si después de tantos años le cuesta rebobinar su memoria artística; ¿no es fácil hallar una carrera tan longeva?

No lo sé... La verdad es que no me he puesto a indagar si hay una carrera similar a la mía (ríe). Esto ha sido, bueno aún lo está siendo, muy apasionante.

La última vez que estuvo en la capital tinerfeña fue rotundo al declarar que no "quería los intereses bastardos que están fuera de la cultura". ¿Supongo que su opinión no ha cambiado?

Hace tiempo que la cultura no da unos beneficios; eso es algo que desahuciaron hace un buen rato. La cultura no es industriosa y echo de menos en las propuestas de todos los partidos políticos una explicación sobre qué es lo que quieren hacer con la cultura. Echo de menos escuchar la palabra cultura. No suena nunca. Y la cultura es el mayor patrimonio que puede tener un país.

¿Ya ha entendido por qué los políticos se empeñan en encasillar a la gente del mundo de la cultura en un bando?

No tengo respuesta para ese problema... Esa pregunta se la debería hacer a ellos, aunque no creo que le ofrezcan una respuesta convincente. Sé que tienen sus querencias ideológicas, pero no en base a qué argumentos.

¿Cómo vive cada reencuentro con su público después de tantos años de desgaste?

Para eso no existe ninguna fórmula, simplemente, dejo que sean las canciones las que me lleven a territorios aún por descubrir.

¿Tiene una confianza ciega en sus canciones?

Sí... Yo solo tengo que esperar a que aparezcan. Una vez están no tengo ningún problema en convivir con ellas durante muchos años. Nunca he escrito una canción que no me creara una necesidad emocional o reflexiva. No tengo una fórmula secreta para hacer perdurar letras que escribí hace más de 30 años.

¿Las canciones de hoy no son tan marmolíticas?

Antes las cosas duraban más. Hoy se saca un disco y a los 15 días ya ha caído en el olvido más absoluto. En el pasado, en cambio, las promociones eran más largas. La velocidad de los tiempos que vivimos facilitan que una cosa tape a otra antes de que esta pueda tener cierta hondura musical.

¿Cuando su público escucha la palabra antología puede pensar que Luis Eduardo Aute se está pensando el adiós?

¿La pregunta es si estoy pensando en la retirada? Yo siempre digo adiós después de cada disco. Cada vez que acabo uno estoy convencido de que será el último, pero al final aparece otra canción: las voy juntando y las pongo en otro álbum. Me ocurre lo mismo con las giras. Siempre creo que esta va a ser la última.

¿Es un "veneno" al que cuesta renunciar?

No es tan fácil como renunciar o no... Las canciones y los poemas vienen sin avisar. Son imágenes que desarrollo sin la presión de tener que meterlas en un disco o en un libro de poemas.

¿No cree que a muchas de las historias que se cuentan hoy les falta peso?

Yo no estoy muy al día de las cosas que se hacen ahora. Mis hijos son los que me llevan a las redes sociales para mostrarme cosas que en algunos casos son interesantes. Internet es un mundo muy disperso que no permite construir una obra más o menos perdurable.

¿En base a qué factores determina moverse en uno u otro de los muchos campos artísticos que domina?

Es el mismo chip. Yo no distingo entre un lenguaje u otro porque al final cada idea ya aparece en su formato más adecuado... Trabajo muy caóticamente porque no tengo una disciplina artística que domine mi día a día. Siempre he dicho que me considero un indisciplinado de las disciplinas. Una palabra terrible eso de la disciplina. Justo lo contrario de lo que tiene que ser la obra creativa: la indisciplina absoluta o delirio.

Escuche aquí la canción "Sin tu latido", que forma parte de la discografía de Luis Eduardo Aute.