Con lleno hasta en el "gallinero" se vivió ayer, en el teatro Guimerá, la Gala del Baloncesto de Tenerife, acto organizado por la FIBT y que presidió el alcalde de la ciudad, José Manuel Bermúdez, acompañado de otras autoridades, locales y deportivas, además de representantes de los patrocinadores oficiales de la Federación Insular.

La fiesta del basket premió a cada uno de los equipos campeones en las competiciones insulares de la pasada campaña, con más de 28 escuadras subiendo al escenario para recibir el trofeo que les acredita como los mejores de la 14/15.

Distinción a los dos deportistas que brillaron con las selecciones nacionales de base, Samuel Rodríguez y Jacobo Díaz, distinguiéndose también al árbitro Christian Meira, por su ascenso a Liga EBA, trofeo que recibió de manos del internacional Juan Carlos Arteaga.

Se proyectó acto seguido un vídeo sobre el Universo Mujer, que recogió los éxitos del basket femenino. En representación de la FEB estuvo en la Gala la 222 veces internacional Elisa Aguilar.

En un siguiente bloque recibieron el aplauso de los asistentes y las distinciones de la FIBT aquellos clubes que lograron para la Isla algún puesto de honor en las citas regionales y nacionales, destacando el bronce del Infantil Femenino La Salle Tenerife y el CB Adareva, premiado por sus títulos regional y de España, logrando el ascenso a la Liga Femenina-2.

Turno para premiar a los clubes que celebraron aniversarios en el curso pasado: La Matanza (30 años), Puerto Cruz e Ihode Arguayo (25) y colegio Hispano Inglés (50 como institución y 40 con la sección de basket).

Reconocimiento a la Fundación Correcaminos por llevar la solidaridad tinerfeña a Gambia.

Emocionante fue el momento en el que la FIBT rindió un merecido homenaje a las jugadoras Charo Borges, María Marrero, Yolanda Moliné, Estela Ferrer, Nieves Anula, Lidia Mirchandani y Laura Herrera -renunció a la distinción Miriam Henningsen- por su condición de internacionales.

También fueron distinguidos, por el mismo concepto, Cristóbal Rodríguez y Sergio Rodríguez.

El acto final fue la entrega de la insignia de oro y brillantes a José Carlos Hernández Rizo, por su dilatada historia en el basket.

Animó la Gala el coro Gospel Shine Voices, grupo tinerfeño que en diciembre editará su disco.