Un actor no debe tener sentimientos cuando entra en escena, pero sí aparentar que los tiene. A partir de esa revirada teoría ha madurado "Un hombre feliz", una experiencia teatral dirigida por Ramón Rodríguez que el próximo fin de semana se estrena en el teatro Pérez Galdós de la capital grancanaria y el 26 de noviembre se programará en el Leal de La Laguna.

"No es una comedia en el sentido de que el público abandona el teatro eufórico, pero sí sale con una sensación de felicidad que se acerca mucho a lo que es una comedia", avanza Rodríguez en relación a un libreto que está protagonizado por Vicente Ayala, Carmen Hernández y Baltasar Isla. Una sola escenografía, tres intérpretes y un quinteto de cuerda que ejecuta en directo el K516 de Mozart son los ingredientes de una obra de unos 80 minutos de duración que está producida por Eloísa González.

Un actor ensaya en su domicilio el papel de Ricardo III escrito por Shakespeare. Esa es la semilla de un triángulo sentimental que se está armando desde el pasado mes de julio. "El reto inicial era hacer sencillo un proyecto lleno de unas emociones muy complejas", puntualiza Ramón Rodríguez sobre un guion que tiene unas texturas intimistas. "He buscado tres actores que fueran capaces de expresar todo el universo emocional que envuelve a cada uno de los personajes", incide el responsable del texto que salta a la agenda teatral de la mano de Cyrano Producciones. "No se me ocurren otros tres actores distintos que hubieran podido encarnar esos papeles", agradece el escritor canario.

Ramón Rodríguez asegura que "ha intentado no estropear mucho la idea original, porque el texto no era malo", bromea justo antes de analizar la respuesta del público que acudió a los preestrenos no oficiales como el que tuvo lugar el viernes en una nave industrial de Taco. "Más que adaptar la obra a un público segmentado por un grupo de edades, lo que genera Un hombre feliz es que se pueden realizar distintos niveles de lecturas. Una de las chicas de un instituto, por ejemplo, me pregunto si era una historia deamor. Yo no pensé que lo fuera, pero después de esa observación caí en la cuenta que sí que había amor. En realidad, se creó un triángulo de amor perfecto. Un periodista realizó la lectura en torno a la idea del cinismo como una estrategia de defensa. Pues eso también está en la obra, es decir, que hay muchas interpretaciones en torno a un único proyecto", concluyó Ramón Rodríguez.

Eloísa González admite que la gente está acostumbrada a verla en otro medio, delante de las cámaras, pero que la experiencia de ser la productora ejecutiva de "Un hombre feliz" no ha "estado tan mal y lo cierto es que no me importaría volver a repetir".

González, uno de los rostros más conocidos de "En clave de ja", asegura que "una producción implica olvidarte de ti para empezar a pensar en el trabajo de los demás. Además, hacer teatro no es una tarea sencilla", argumenta para explicar cómo Ramón Rodríguez logró levantar su segunda aventura en este género tras "Amores difíciles".

La presentadora y actriz natural de La Guancha tiene una larga lista de colaboradores que han permitido llevar a buen puerto una producción que se ha ajustado a los tiempos difíciles. "Producir teatro es complicado; esto no es televisión y hay que tirar de muchos amigos... Gracias a esos contactos hemos logrado cerrar una buena producción. No es algo demasiado grande, pero que se ha trabajado bastante bien", recuerda sin la nostalgia de no poder estar en otro rol. "El papel de Ana es complicado y requiere la presencia de una actriz muy potente que lo supiera defender. Además, tiene que llorar en el escenario y yo sinceramente no he llorado en una función. Más bien he hecho todo lo contrario, es decir, me he reído muchísimo con los compañeros de En clave de ja", compara.

Ramón Rodríguez

Autor y director de "Un hombre feliz"

Eloísa González

Productora de "Un hombre Feliz"