El Ayuntamiento de La Laguna regularizará todas las cantinas de las instalaciones deportivas gestionadas por el Organismo Autónomo de Deportes (OAD) con vistas a legalizar el uso de los servicios que desde estas infraestructuras se da a sus usuarios. En este sentido, ninguna de las 16 cantinas localizadas cuenta con una licencia administrativa, tal y como desvelaron fuentes de la corporación, que indicaron que el segundo objetivo que se busca con esta ordenación es que los ingresos por los servicios que se presten en esas instalaciones redunden directísimamente en el deporte base, algo que no es lo extendido.

Sobre ello, el trabajo que están realizando los técnicos va en la línea de las normativas específicas de la Ley del Patrimonio y la Ley de Contratación del Sector Público, que serán las herramientas o figuras que se pueden utilizar en un asunto en el que tradicionalmente se ha dejado de la mano de Dios, no ya solo en La Laguna, sino en todos los municipios de la Isla.

El objetivo prioritario es que las primeras cantinas estén regularizadas en un año una vez que se le dé forma a un procedimiento administrativo con autorización administrativa o por licitación, que conllevará que el servicio se preste con garantías desde el punto de vista sanitario, de higiene e industrial.

Reconociendo las mismas fuentes que el uso de las instalaciones públicas deportivas por privados está extendida, principalmente cuando se habla de los campos de fútbol del municipio, se está encajando la fórmula para la regularización de unas cantinas que empezaron a ser explotadas generalmente por clubes como una vía de ingresos para su subsistencia y que con el paso de los años se ha convertido en un negocio que poco tiene que ver con los ingresos para el deporte base.

Sobre ello se habla de algunas cantinas que tienen unos rendimientos muy importantes que no están en equilibrio con los recursos que se distribuyen entre los clubes afectados, lo que hace pensar sobre un beneficio que no llega a los clubes de forma equitativa.

Una de las fuentes consultadas señala que el trabajo administrativo para regularizar las cantinas está avanzado, aunque no se habla a corto plazo de su terminación por la complejidad de los expedientes; el estudio de la situación en la que se quedarían los gestores actuales que han venido explotando los bares (algunos han incurrido en alquilar instalaciones deportivas que no son suyas o vender alcohol, entre otras) y las mejoras desarrolladas en las instalaciones; y el proceso de licitación o adjudicación, que se tiene que determinar muy bien para conseguir los fines que desde la corporación lagunera se pretende.

Esos fines son esencialmente dos: la propia regulación de los espacios en las instalaciones públicas deportivas para hacerlas más seguras en el ámbito sanitario, higiénico e industrial, y que los ingresos repercutan en el deporte base, cuestión que es competencia del ayuntamiento.

Destacan que el alcalde, José Alberto Díaz, ha dado un impulso importante al trabajo de regularización al haber estado un poco ralentizado, siendo otro de los objetivos el que en un año se empiece a hablar de las primeras cantinas regularizadas.

"A coger ejemplo"

"Aquí hay un señor privado que hace y deshace con la cantina al margen de los clubes que entrenamos y jugamos. Tiene hasta la potestad de alquilar el campo y llave para abrir y cerrar. Además de algunas actitudes mafiosas, no rinde cuentas ni paga nada, ni agua ni luz, ganancia absoluta. Lo hemos denunciado al OAD varias veces y no hacen nada". Este ejemplo es real, el de un barrio de Santa Cruz. Y no es el único. El sentimiento general es "coger recortes del modelo de La Laguna. Adjudicar a una empresa la gestión y cobrar por ello, bien a través de una aportación a las arcas municipales o directamente a los clubes, para acabar con las irregularidades y el eterno discurso de que no hay dinero para subvencionar o afrontar obras de mejora".