Nuevas elecciones para el 20 de diciembre. Empezamos otra vez a escuchar todos los días en los medios las mismas monsergas, que se dilatarán en el tiempo hasta la formación del nuevo Gobierno o hasta que eche a andar. ¿Cuándo? Me da que cumpliré los ochenta en marzo y aún estaremos esperando, pero como hemos de vivir con esperanza, mis mejores deseos a todos los que se presentan, y que no sea malo para los españoles, aunque cada uno tira para su casa y tenga sus propios problemas.
Llegarán los discursos con nuevas iniciativas y prosperidad. Cada partido afirmará ser la solución a los problemas que padecemos, pero se repetirán las mismas consignas y escucharemos las mismas promesas. Desde mi experiencia pido a este pueblo querido que haga memoria, que no olvide el difícil momento que seguimos viviendo y quién o quiénes están capacitados para aliviar la situación. Hagamos oídos sordos a los cantos de sirena y tengan mucha precaución a la hora de soltar la papeleta en la urna porque nos jugamos mucho. Tenemos la obligación y el deber de cumplir, pues quedarse en casa y después quejarse no nos lleva a ningún lado.
Sin los programas electorales aún en la calle, ya se oyen las suficientes propuestas para empezar a opinar. Cada cual arrimará el ascua a su sardina, y la de los demás será una sardinilla en aceite viejo, por lo que hemos de ser vigilantes y no caer en falsas recomendaciones, que llegarán por toneladas. No será fácil para nadie, y el que gobierne tendrá las cosas bastante complicadas, pues parece que el mundo se agrieta cada día más, y a pesar de la buena voluntad, en general, la cosa va de mal a peor. Es de sentido común ser más solidarios, caritativos y hacer un mejor reparto de la riqueza, sentimientos de los que carecen muchos, y no es coherente que los que menos tienen sean los más solidarios.
Rajoy y el PP quieren repetir. No lo ha hecho mal y ha mejorado la economía, aunque no llega todavía a la gran mayoría. Dándole un mínimo margen, ha realizado una buena tarea con la terrible herencia recibida, y lo fácil hubiese sido derrochar, algo de lo que saben mucho otros. Creo que solo por cómo afrontó la situación merece más respeto, aunque tiene que mejorar su deficiente forma de comunicar, y resolver la metástasis que están suponiendo los independentistas catalanes, que parece que quieren volver al 34. A veces se pasa de prudente y parsimonioso, pero si les metiera mano o fuera más contundente con quienes lo tildan de ello, otro gallo cantaría.
Los socialistas quieren volver al poder, pero como oposición han dejado mucho que desear. Siempre recordando lo mismo, guerra civil, república, monumentos a los caídos, religión... supérenlo y dejen de prometer techo y mejores salarios para todos que no hay de dónde sacarlo. Promesas y más promesas sin ningún sentido. No me gusta Pedro Sánchez, creo que es peor que Zapatero. Habla de la corrupción deliberadamente y olvida la de su propia casa. ¿Qué les queda por expoliar si llegan a gobernar? Recordar no es su fuerte.
Ciudadanos progresa adecuadamente y le quita votos del caldero a los dos grandes partidos, acercándose lo suficiente para poder convertirse en la segunda fuerza política. Alberto Rivera parece una persona inteligente y está rodeado de personas jóvenes y preparadas, pero quiere dar el salto al poder muy pronto, debe hacer una oposición más responsable, pues no todo esta tan mal, ni tiene la varita mágica para resolver tantos problemas. Lo consideraré alternativa cuando adquiera mucha más experiencia, pues puede ser el hombre del futuro de nuestro país.
De la izquierda radical no espero otra cosa sino lo que está haciendo, repartiéndose cargos tras las elecciones municipales y autonómicas. ¿Nos va a obligar a todos a llevar coleta? ¿Calvos incluidos? Van decayendo en las encuestas pues no hay seriedad en sus propuestas, y lo único que han conseguido es desbancar a Izquierda Unida, anclada en el siglo XVIII, y hacer desaparecer a UPyD, que se han equivocado con sus planteamientos.
Así pues, tendremos más de lo mismo, partidos que solo quieren poder y que olvidan a sus ciudadanos y el sentimiento patrio.
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