Siempre es un buen momento para el cine hollywoodense de los años cuarenta. Viendo "Casablanca", el mito hecho celuloide del sempiterno Michael Curtiz, no dejo de pensar en el Gobierno de Canarias y en la irresistible levedad del pacto que aumenta a golpe de porcentajes las intrigas palaciegas.

De repente, cambio la sublime escena entre Ugarte (Peter Lorre) y Rick Blaine (Humphrey Bogart) para atisbar a la vicepresidenta Patricia Hernández bajo la penumbra clásica que genera la noche, preguntando: "Tú me desprecias, ¿verdad, Fernando (Clavijo)?", mientras el presidente contesta: "Si pensara en ti, no te querría".

La trama de "Casablanca" gravita en el conflicto entre el amor, la virtud y lo correcto, en la toma de decisiones como elemento clave a la hora de elegir el camino que lleva al éxito o al fracaso. Las similitudes entre los personajes del filme y los políticos insulares y regionales son más reales de lo que pueda parecer.

Intento cambiar de canal, el mismo movimiento voluntario que ejecutan los que quieren evadirse de una realidad que choca con las promesas grabadas en la tabla de salvación que pulieron socialistas y nacionalistas y que lleva el nombre de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma.

Para digerir las cuentas regionales, la casualidad hizo que George Orwell y Aldous Huxley me guiaran en el camino para dibujar una Canarias pujante y más feliz gracias a la puesta en práctica de la doble realidad: lo que aparenta ser y lo que realmente es o, lo que es lo mismo, la ficción utópica y la dimensión distópica.

Por un lado, el Ejecutivo canario manifiesta que la recuperación económica no se consolida y, para combatir este problema, el coste en sueldos del Gobierno y sus altos cargos crecerá el 12,5%; es decir, aumentará en casi 600.000 euros. Por otro lado, nos hablan de que el Archipiélago dispondrá de los 160 millones de euros del extinto IGTE en 2016, pero, o no están, o se encuentran escondidos en la letra pequeña de las cuentas autonómicas.

En medio del delirio, se promete como garantía electoral un plan de choque contra la pobreza que no lo compra ni la vicepresidenta del Gobierno, quien ya ha mostrado su disconformidad; eso sí, argumentando que "hay pasta para más, pero el techo del PP lo impide".

Mientras tanto, la ficción diatópica (una sociedad que, pretendiendo felicidad, se olvida de sus ciudadanos) apunta que el desempleo sube en las Islas tras 18 meses consecutivos de caída, a lo que se suma que más de 32.000 canarios que ya tienen trabajo intentan buscar otro para completar sus ingresos porque no llegan al final del mes; en nuestra tierra, tener trabajo no garantiza salir de la pobreza.

Al fin y al cabo, da igual que no logres conciliar el sueño. Recuerda que lo más importante es que el presidente Clavijo se lleve muy bien con el ministro Soria, y esto nos beneficia a todos, creyentes y no creyentes.

@LuisfeblesC