Un fuerte olor a producto químico advertía ayer a cualquiera que pasara por la esquina de la calle El Perdón con Capitán Gómez Landero, en el barrio de Salamanca y muy cerca de La Rambla, de que ocurría algo inusual. Era el resultado, junto a las vallas amarillas y la cinta colocadas por la Policía Local en el perímetro, de la primera intervención municipal en el número 14 de la vía. El Ayuntamiento de Santa Cruz activó el protocolo para viviendas en las que sus moradores estén afectados por el denominado "síndrome de Diógenes". Lo hizo tras las denuncias vecinales por "un problema de años" agravado los últimos días con la presencia de enormes ratas que desde este foco pasaban a los edificios colindantes.

Un grupo de operarios, según comunicó el consistorio en nota de prensa, accedió al interior de la casa terrera para poner veneno (de ahí el intenso olor) y proceder a retirar a dos gatos, pasos previos a la completa desinsectación y una desratización con portacebos, acompañada de productos raticidas. La Policía Local, por su parte, habilitó un acceso provisional.

El edil de Sanidad, Carlos Correa, indicó que una cuadrilla de la concesionaria de la limpieza "accederá nuevamente al interior del inmueble, con personal especializado, una vez que pase el tiempo que establece el protocolo. Entonces se procederá a retirar la gran cantidad de basuras y enseres del interior que constituyen un foco de insalubridad. Una vez que concluya esta actuación se procederá al tapiado y sellado de los accesos a la casa".

Ante la imposibilidad de localizar desde el pasado julio a la propietaria legal de la vivienda, también se ha publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la comunicación del inicio del procedimiento para la declaración de ruina del inmueble. La persona que, según fuentes vecinales, accedía a la vivienda y, al parecer, contribuía con sus acciones a mantener y aumentar esta "plaga insalubre", no es el propietario.

Un informe de los técnicos municipales establece que el lugar "no reúne las condiciones mínimas de salubridad, seguridad y habitabilidad. Además, su mal estado de conservación entraña un grave riesgo para la seguridad de sus posibles moradores, así como de personas y bienes colindantes".

En el caso de que la propietaria del inmueble permanezca en paradero desconocido una vez transcurridos los plazos legales, se procederá a la ejecución subsidiaria de los trabajos realizados y de las actuaciones futuras.

En resumen, un gran alivio para los vecinos de la calle.