Se llamaba Iris, tenía 35 años, y era mamá de una niña y dos niños. Era vecina nuestra, hace una semana, cualquiera de nosotras nos la podríamos haber cruzado por la calle...

Pero no, un cúmulo de decisiones erróneas la dejaron indefensa ante su verdugo. El pasado 22 de octubre, fue brutalmente asesinada por su expareja, que la apuñaló brutalmente hasta dejarla sin vida.

Tremendo golpe para toda su familia (su madre, también apuñalada cuando intentó defenderla), sus amistades, su barrio, El Sobradillo, su ciudad, Santa Cruz de Tenerife, Canarias, y todo el Estado, donde ya son más de 40 las mujeres asesinadas por violencia machista en lo que va de año, dos de ellas en Canarias. Estos son los datos oficiales, desgraciadamente hay muchos más que siguen en investigación. Según la página de feminicidio.net, son más de 80 las mujeres asesinadas hasta el mes de octubre de este año.

Hace unos días, 28 de octubre, tuve la oportunidad de defender en el Parlamento de Canarias mi primera Proposición No de Ley, que justo giraba en torno a la prevención y protección de las mujeres ante la lacra de las violencias machistas. No podía empezar mi intervención sin hablar antes que nada de Iris, en su memoria. Por ella, y por todas las mujeres que, como ella, sufrieron y sufren el horror y la angustia de la violencia de forma cotidiana, ejercida por quienes son o fueron sus parejas.

Mi defensa iba dirigida también a las mujeres que tienen miedo a denunciar, y a las que como Iris denunciaron y no fueron atendidas. En este caso, porque no había pruebas suficientes, dicen. Ya las tienen, Iris no murió, ha sido asesinada ¿Necesitan más pruebas? Ah, no, ahora ya es demasiado tarde.

Un sentimiento compartido de rabia y tristeza nos hermana estos días, mientras que algunas preguntas retumban como un eco en nuestras cabezas ¿Por qué? ¿Cómo es posible que las mujeres maltratadas sigan estando tan indefensas? ¿Qué es lo que está fallando en este sistema donde con tanta frecuencia las mujeres son asesinadas como si fuera algo natural?

Por Iris, por Laura, por todas las mujeres de Canarias a las que le han arrebatado la vida.

Por todas sus familias, a las que hemos prometido que pondremos, no solo las leyes al servicio de la justicia, sino toda nuestra voluntad para que la lucha contra esta lacra mortal sea prioritaria en todas las instituciones de Canarias, empezando por el Parlamento.

Por todas las mujeres que sufren, y por las que luchan por salir adelante y para que otras salgan. Por la sonoridad como motor de cambio hacia una sociedad más justa e igualitaria.

Cuando el pasado 23 de junio prometimos nuestros cargos en el Parlamento canario, desde el Grupo Parlamentario Podemos adquirimos un compromiso firme y explícito con respecto a determinadas materias, una de ellas es la lucha contra la violencia de género, contra todas las formas de violencias machistas.

El 23 de septiembre registrábamos en el Parlamento nuestra primera PNL sobre esta materia, entre otras medidas solicitamos una alternativa habitacional para mujeres víctimas de violencia, aunque no hayan interpuesto denuncia ni tengan orden de alejamiento, en el plazo máximo de un mes, previo informe de los Servicios Sociales municipales.

No podía imaginar ese día, hace poco más de un mes, que me tocaría preparar la defensa de esta PNL con el corazón tan encogido, que me sobraran leyes y me faltaran palabras para expresar la indignación y el dolor que el asesinato de Laura, de La Palma, y ahora el de Iris, en Tenerife, nos ha provocado.

Sé que este dolor es compartido por todas las personas con un mínimo de sensibilidad, que no es patrimonio de nadie, ni de ningún partido político de la Cámara, de ahí nuestra propuesta: Escuchemos la voz de la gente, hagamos nuestras sus reivindicaciones y que llegue hasta el Parlamento, y sobre todo al Gobierno -que es quien tiene la potestad y capacidad de dar respuestas y ofrecer soluciones-, lo que las asociaciones de mujeres y el movimiento feminista lleva tanto tiempo reivindicando en las calles.

Que la crisis económica no sirva de excusa, no olvidemos que si recortamos derechos, en mucha casos (sin ir más lejos, el de Iris) recortamos la vida.

Algo empieza a moverse en este país, en Canarias y en todo el Estado. Los movimientos feministas llevan meses organizando la gran marcha que tendrá lugar hoy en Madrid, personas de todas las comunidades y provincias, guaguas gestionadas por las organizaciones locales, coches particulares, trenes y gente que viene para gritar ¡Basta! ¡Ni una menos! ¡Nos queremos vivas!

En otras ciudades también, pero sobre todo en Madrid, ya se adivina la percusión y repercusión de nuestros pasos por las calles, un sonido que retumba, la tierra que vibra y se mueve al compás de un ejército de mujeres y hombres que luchan por la igualdad, conscientes de que es el primer paso, imprescindible, para la construcción de un sistema verdaderamente democrático, donde mujeres y hombres puedan vivir en paz, en una sociedad libre de violencias machistas.

¡Podemos conseguirlo!

*Diputada de Podemos por Lanzarote