Decenas de miles de personas, en su mayoría mujeres, recorrieron ayer las calles de Madrid contra las "violencias machistas" y para recordar y hacer valer a las que "ya no están y no pueden hablar" al ser víctimas de esta lacra social, que motivó ayer una manifestación sin precedentes.

Esas son algunas de las consignas que se corearon durante la marcha convocada por el movimiento feminista y a la que se sumaron todos los grandes partidos políticos, sindicatos y una multitud de organizaciones y colectivos sociales, además de asociaciones de mujeres. El Paseo del Prado, donde se inició la marcha, frente al Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, acogió desde primera hora a miles de personas con camisetas moradas en solidaridad con las mujeres asesinadas, cuyo dolor fue escenificado en una "performance" ("Women in Black") en la que participaron alrededor de 300 mujeres. Con sus siluetas de luto riguroso, tumbadas en el suelo y el contorno de cada "cadáver" pintado con una tiza gruesa, quisieron recordar a las 1.378 mujeres asesinadas por el "terrorismo machista" desde 1995. Esta puesta en escena fue el punto de arranque de esta manifestación, que discurrió por el centro de Madrid en un ambiente distendido, con el sonido de varias batucadas y los cánticos de una multitud clamando: "Basta ya, esto se tiene que acabar!". Sólo al comienzo de la marcha se produjo un pequeño incidente cuando varios simpatizantes de Vox fueron increpados por llevar una pancarta que decía "Ni machismo, ni feminismo. La violencia no tiene género".

Pero ayer los políticos no quisieron estar en primera línea de la cabecera. Sus declaraciones las realizaron antes de que comenzara la marcha y luego dejaron que las víctimas y el colectivo feminista encabezaran la marcha.

Las manifestantes exigieron en el manifiesto que esta lacra sea considerada una cuestión de Estado y se reforme la ley de 2004 para contemplar en ella todas las formas de violencia contra las mujeres.