Las empresas que actualmente componen el principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, lograron entre enero y septiembre un beneficio neto conjunto cercano a los 30.000 millones de euros, un 17,3 % más que un año antes, en su mejor ejercicio para un periodo comparable desde 2010.

No obstante, estos 28.361,51 millones aún están lejos de los más de 38.000 millones obtenidos entre enero y septiembre de 2010, o de los cerca de 42.000 conseguidos en 2008, aunque en porcentaje se trata del mejor registro de los últimos cinco años, según los datos consultados por Efe.

Los beneficios de las mayores cotizadas españolas entre enero y septiembre de 2015 suman ya tres ejercicios al alza, desde el batacazo que sufrieron en 2012, cuando se redujeron más del 50 %.

Entonces, la situación de la economía española era muy distinta, con el Gobierno atrapado en la disyuntiva de solicitar ayuda al Banco Central Europeo (BCE) y la desconfianza de los inversores hacia el país en máximos.

La prima de riesgo, el diferencial entre el bono español y el alemán del mismo plazo, marcaba durante aquel verano máximos históricos por encima de 630 puntos básicos, frente a los alrededor de 120 en los que se sitúa ahora.

Y la marca España pasaba factura a las empresas españolas, que entre enero y septiembre apenas alcanzaban los 12.000 millones de euros de beneficio, con el acceso al crédito muy limitado y la tasa de desempleo en máximos.

Ahora las tornas han cambiado y España no deja de recibir elogios por las reformas emprendidas, que ya se notan en la reactivación de los flujos de crédito, el menor endeudamiento de familias y empresas y el creciente interés de inversores extranjeros por activos españoles.

Muy distinta ha sido la evolución en bolsa de las grandes cotizadas españolas, que en los nueve primeros meses del año acumularon un descenso cercano al 12 % por la desaceleración de la economía mundial y la china, la incertidumbre existente respecto a la política monetaria en Estados Unidos o el referéndum llevado a cabo en Grecia y las negociaciones para un tercer rescate.

Asimismo, a la mala andadura del IBEX 35 hasta septiembre ha contribuido la devaluación en China del yuan y los problemas de las divisas de algunos países emergentes donde están presentes empresas españolas.

Uno de los sectores clave en el parqué español, el de banca, se ha puesto las pilas este año gracias a la mayor actividad, a las menores provisiones, y en el caso de las grandes entidades, a la diversificación geográfica y al tipo de cambio.

En un entorno de tipos de interés en niveles históricamente bajos, la banca española ha optado por recortar gastos y ganar rentabilidad, gracias a mayores ingresos, sobre todo en comisiones.

Como es habitual, el Banco Santander se destaca del resto de entidades financieras -y de cotizadas- y lidera la clasificación con cerca de 6.000 millones de euros de beneficio, en tanto que su más directo competidor, BBVA, redujo sus ganancias un 12 % hasta algo más de 1.700 millones de euros por el impacto que tuvo en sus cuentas la incorporación del banco turco Garanti.

El gigante textil y de la bolsa española, Inditex, del que solo se dispone de su beneficio hasta julio, ya que su año fiscal es distinto, ganó 1.166 millones de euros y elevó este año su capitalización por encima de 100.000 millones de euros, algo que hasta ahora sólo habían conseguido Telefónica y Santander aunque ahora ninguna de ellas supera este umbral.

También ha sido un buen año para otro de los grandes valores de la bolsa española, Telefónica, que elevó su ganancia casi un 70 % por los mayores ingresos y, tras siete años de caída, el aumento de la facturación en España, en tanto que Repsol acusó la caída de los precios del crudo y redujo su beneficio casi un 50 %.