La web de viajes Tripadvisor anunciaba hace unos días sus premios "Traveller''s choice" para complejos alojativos de todo incluido. Los usuarios de la plataforma colocaban siete hoteles canarios entre sus diez establecimientos preferidos. No es nada extraño: esta modalidad de comercialización turística experimenta en las Islas una expansión que, a tenor de los datos, se antoja imparable.

Un 36% de los turistas que visitaron Canarias en el tercer trimestre de este año lo hicieron con todo incluido, según la Encuesta sobre el Gasto Turístico del Instituto Canario de Estadística (Istac). Es un porcentaje superior en un punto al del mismo periodo de 2014, pero cinco puntos más alto que al cierre de ese año. Respecto a 2010, la diferencia es de diez puntos, puesto que en el conjunto de ese ejercicio la proporción de visitantes que optaban por esa fórmula -que implica el desembolso en origen del viaje, desplazamiento hacia y desde el hotel, alojamiento y alimentación y bebidas dentro del establecimiento hotelero- solo alcanzaba el 26%. Remontarse un poco más en el tiempo permite constatar la espectacular evolución registrada en el último decenio, ya que en 2006 -primer año que recogen las cifras del Istac- este tipo de clientes se limitaba al 13% del total.

El mapa del todo incluido que dibuja la estadística oficial está claramente volcado hacia el este del Archipiélago. El ejemplo más ilustrativo es Fuerteventura, donde un 58% de los turistas se acoge a este modelo. En términos proporcionales, esta isla ha sido la indiscutible reina del todo incluido -hace nueve años un 32% de sus turistas se alojaban en establecimientos de este tipo-, pero la vecina Lanzarote parece dispuesta a plantearle competencia, al pasar del 16% de 2006 al 41% que presentaba entre julio y septiembre de 2015.

La presencia del todo incluido en Gran Canaria se encuentra por debajo de la media de la Comunidad Autónoma. Un 30% de los visitantes opta por esta modalidad. En Tenerife es incluso inferior -y de hecho, no aumenta en relación con el segundo trimestre del año-, un 28%. Finalmente, un 27% de los turistas que recibe La Palma se inclina por el todo incluido.

El análisis por nacionalidades revela que los clientes procedentes de Alemania son los principales adeptos al todo incluido. Prácticamente la mitad de los germanos que llegaron a Canarias en el tercer trimestre del año -un 46%- elige esta fórmula. Los siguen los británicos, con un 38%, y los agrupados bajo el epígrafe "otros países", con un 35%. Los visitantes que provienen de los países nórdicos demandan en menor medida esta oferta -un 21% del total de los llegados a las Islas en el periodo estudiado-, mientras que lo hacen un 26% de los españoles y un 29% de los holandeses.

El irrefrenable éxito del todo incluido no es visto con buenos ojos por el pequeño y mediano empresariado del entorno de los establecimientos alojativos, que ve reducir sus ingresos ante la creciente llegada de turistas que prefieren pasar la mayoría de sus vacaciones en el hotel. Los empresarios hoteleros, en cambio, entienden que esta modalidad contribuye a atraer a Canarias a un importante volumen de visitantes que, de no contar con esta oferta, se hubieran dirigido a otros destinos, al tiempo que defienden la calidad de los establecimientos de todo incluido. En cualquier caso, ambos modelos parecen destinados a convivir.