El cabeza de lista de CDC en las elecciones generales, Francesc Homs, ha marcado hoy las líneas rojas que su formación no piensa traspasar en la negociación con la CUP, que si sigue encallada conduciría a nuevas elecciones, mientras el socialista Miquel Iceta se ha ofrecido como socio alternativo.

Después del pronunciamiento público del conseller de Economía, Andreu Mas-Colell, que en un artículo en el diario Ara ha rechazado las condiciones que impone la CUP para prestar sus votos para la investidura del nuevo presidente de la Generalitat, Homs ha dejado claro que no pactarán con la izquierda anticapitalista a cualquier precio.

Homs ha planteado a la CUP cuatro puntos irrenunciables: permitir que se forme "un gobierno fuerte y estable", reforzar la "seguridad jurídica" para todos empleados públicos, un "compromiso inequívoco con los valores occidentales y europeos" y un "compromiso explícito de voluntad de diálogo y pacto" con España y la Unión Europea, según ha remarcado en declaraciones a TV3.

En un tono especialmente duro se ha dirigido a la CUP para exigirle una "rectificación en toda regla" de su actitud en la mesa de negociación, porque "no puede venir la CUP con diez diputados y cargárselo todo".

Mientras tanto, ERC ha pedido "responsabilidad" a CDC y la CUP y ha puntualizado que su candidato a presidente sigue siendo Mas.

Según han indicado los dos primeros candidatos de ERC en las próximas elecciones generales del 20D, Gabriel Rufián y Joan Tardà, su partido ocupa una posición de "centralidad" dentro del espacio político independentista, al estar situado entre CDC y la CUP, y esto le proporciona la posibilidad de mediar entre unos y otros.

"Nunca nos levantaremos de la mesa, y pondremos imaginación y perseverancia para llegar a un acuerdo -ha subrayado Tardà-, si bien sabemos que las cosas no son fáciles, esto no es llamar por teléfono y pedir una pizza cuatro estaciones, pero conseguiremos un acuerdo".

Fuentes próximas a la ejecutiva de ERC han mostrado su desagrado con el cruce de acusaciones entre CDC y CUP y han avanzado que les pedirán silencio y que negocien con discreción.

Por su parte, la Asamblea Nacional Catalana ha aclarado que la manifestación que ha convocado para el próximo domingo va dirigida a los 72 diputados independentistas de Junts pel Sí (JxS) y la CUP, a fin de que alcancen un acuerdo antes del día 27 que facilite investir al presidente de la Generalitat.

Desde Turquía, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha considerado que tanto un acuerdo de gobierno de CDC con la CUP como la alternativa de celebrar nuevas elecciones son malas opciones para Cataluña y no encuentra sentido a ninguna de ellas.

Rajoy se ha referido a la situación de Cataluña en la conferencia de prensa que ha ofrecido al término de la cumbre del G20 que se ha celebrado en Antalya: "Lo que puedo decir es que todo lo que está ocurriendo allí no tiene sentido, que espero que las cosas vuelvan a su cauce y que cualquier decisión que se adopte, una coalición con la CUP o nuevas elecciones, son malas", ha señalado.

Quien ha puesto hoy una alternativa sobre la mesa ha sido el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, que ha tendido la mano a JxS para un acuerdo de gobierno de "unidad catalanista", siempre que la coalición liderada por Mas "rectifique su error", "revoque" la resolución independentista e impulse un programa de reformas "proeuropeo".

El portavoz de Ciutadans, Carlos Carrizosa, ha apuntado que la convocatoria de nuevas elecciones catalanas en marzo será la "única alternativa" si se mantiene la situación de "parálisis" actual.

La portavoz de ICV, Marta Ribas, ha denunciado el "bloqueo" político que vive Cataluña, tras el "fracaso" de la negociación de Junts pel Sí y la CUP, y ha considerado desaconsejables unas elecciones anticipadas.

Por su lado, el cabeza de lista de Unió en las elecciones generales, Josep Antoni Duran Lleida, ha aprovechado para recriminar a Mas las "concesiones" para intentar conseguir su investidura: "Yo no habría negociado con la CUP", ha asegurado.