Comedia, humor, terror y fantasía son algunos de los ingredientes que definen "Óscar desafinado", película del director vasco Mikel Alvariño que se alzó con el primer premio de la sección oficial del recién clausurado X Festival de Cortos Villa de La Orotava. Esta peculiar mezcla de géneros define el estilo de este realizador y guionista, que también consiguió con esta cinta el primero premio al Mejor Cortometraje en el Festival de Sitges 2014.

Alvariño, que estudió dirección de cine en Madrid, donde reside actualmente, ha rodado ya cuatro cortometrajes, "Corrientes circulares", "Algo está pasando" y "Ernesto y amigo (Una fábula sinfónica), todos ellos "low cost", que han sido distinguidos en varios de los certámenes en los que han sido presentados. También ha sido coguionista de un largometraje, "The Birthday", de Eugenio Mira. Ahora está centrado en el guión de uno que quiere dirigir él mismo, toda una aventura.

Este joven cineasta, que ha trabajado como guionista en series de televisión tan populares como "Física y química", "Médico de familia", "Acusados" y Cuestión de sexo", está muy inclinado a mezclar distintos géneros cinematográficos en sus producciones, una acertada fórmula para despertar diferentes sensaciones en los espectadores.

El caso de "Óscar desafinado", con veinte minutos de duración, reúne en escena a tres personajes, Julián López (Óscar), Bárbara Santa Cruz (Violeta) y Bárbara Goenaga (Ana), que se ven envueltos en una historia que combina un humor amable con terror y drama. Violeta, en tono de broma, le dice a su novio, Óscar, que si ella muere antes, él deberá esperar al menos dos años antes de salir con otra mujer. Si no lo hace, ella volverá de la tumba para vengarse. Poco después Violeta muere y Óscar conoce a Ana.

"Es una historia sobre cómo vencer los miedos ante algo nuevo, en este caso una nueva relación. Cómo vencer los miedos de una relación pasada que no está superada para empezar una nueva con todos los riesgos que conlleva. Para contar esta historia usé herramientas que a mí me gustan mucho, que es mezclar géneros. La comedia con el terroro o lo fantástico. Esta es una comedia romántica fantástica se podría decir".

Su faceta como guionista de series de televisión, además de para ganarse la vida, le han servido para desenvolverse en diferentes géneros, pero la verdadera inclinación de este realizador es escribir y dirigir películas para materializar todas esas ideas que se gestan en la vida cotidiana y se van conectando en su cabeza.

En este sentido, aclaró: "A mí lo que me gusta, sobre todo, es contar historias de relaciones de pareja, pero dándoles una vuelta, utilizando otros géneros, principalmente el fantástico, para contar historias en las que se pueda reconocer la gente, pero con herramientas cinematográficas de géneros que a mí me gustan mucho también. Son historias esperanzadores en principio y no necesariamente todo tiene que tener un final feliz".

Este creador, que prepara un guión para un largo que espera dirigir personalmente, está satisfecho con el formato del corto. "Mi idea es dar el paso al largo, pero no quiere decir que no vaya a hacer más cortos. Es un formato muy interesante en el que puedes experimentar. No es un cine industrial, sino para demostrar tu capacidad como contador de historias, para sacarle el máximo partido a lo que quieras contar".