"Extremar el celo en la aplicación de las medidas de autoprotección. ... Mientras un agente interviene con el o los ciudadanos, el otro adoptará una actitud vigilante del entorno y del lenguaje corporal del o los intervenidos". La frase textual resume la filosofía y una de las recomendaciones principales de la orden de servicio interno a la que ha tenido acceso este periódico, firmada por la comisaria de la Policía Local de Santa Cruz, Carmen Delia González, y fechada el pasado lunes, día 16, tras los atentados de París.

La directiva extrema los niveles de autoprotección de los agentes para ampliar así los preceptos recomendados en los documentos emitidos en igual sentido el 9 de enero y el 29 de junio pasados.

El escrito apunta: "... No se ha elevado el nivel de riesgo por amenaza terrorista, pero sí se han adoptado medidas accesorias de seguridad; se insta, nuevamente, a todos los agentes a extremar las precauciones". Entre otras, "los policías evitarán dar instrucciones a los automovilistas de vehículo a vehículo" o "los motoristas la circulación en paralelo durante las tareas de vigilancia".

Además, se van a "extremar las medidas de vigilancia y control de las instalaciones" de la sede central del cuerpo en la avenida Tres de Mayo, así como otras dependencias públicas municipales. El documento se refiere a lugares concretos que pueden resultar "puntos débiles". No se reproducen aquí por razones de seguridad.

Otros consejos son "extremar las precauciones con los vehículos que se retiren de la vía pública con grúa" o realizar "únicamente los controles expresamente autorizados por esta Jefatura; ante la actuación concreta con vehículos que de forma flagrante realicen infracciones de tráfico o administrativas de otra índole sin importarles la presencia policial, se solicitará el apoyo necesario para cumplimentar de forma segura la intervención".

Por último, se dan una serie de instrucciones concretas "si se detectara cualquier tipo de artefacto o bulto sospechoso".