La supervivencia es el instinto que une a los cuatro personajes que el actor brasileño Gabriel F, de la compañía de Açúcar, que se mueve entre España (San Sebastián), Francia y Brasil, representará en "Adaptaçao", un montaje que pondrá en escena, desde hoy hasta el domingo, en el teatro Victoria de Santa Cruz, a partir de las 20:00 horas. La entrada costará ocho euros.

Esta pieza, un monólogo en clave de humor con una hora de duración y una escenografía sencilla, reúne en el escenario a cuatro seres vivos que se encuentran en un momento de adaptación de sus existencias como medio de supervivencia: un director teatral frustrado, una actriz recién llegada a la gran ciudad, una transexual y un dinosaurio.

Todos los personajes, que son representados por Gabriel F. autor de los textos, de la dirección y la interpretación, están unidos por un drama común: el miedo a morir, a transformarse, a dejar de existir... La obra, estrenada en 2014 e incluida en el Circuito de Danza y Teatro Contemporáneos para público adulto y familiar de la Red de teatro Alternativos, cuenta con el bailarín y coreógrafo Igor Calonge como ayudante de dirección.

"El espectáculo se podría definir como una comedia dramática. Es un monólogo en clave de humor que cuenta la historia de algunos personajes que están pasando por un momento de adaptación de alguna manera. Hablamos de un director teatral que se está adaptando a un momento a un momento de cambio en su profesión; una actriz recién llegada a la gran ciudad de un pueblo pequeño; una transexual, que vive una adaptación a su propio cuerpo; y una dinosaurio y la adaptación de su especie. Es un poco un juego con la palabra adaptación y sus diferentes significados para cada personaje", explicó Gabriel F.

La elección de los personajes de la pieza, que obtuvo premios en Brasil a la mejor interpretación y dramaturgia, se debe a que se hace una mención directa a la profesión teatral. "Todo el espectáculos gira en torno a la figura de una actriz en una situación límite. Ella fue abandona por su director en el escenario con el público y tiene que hacer sola la representación. Ella es la que cuenta la historia de todos ellos. La elección fue pensando en los personajes del propio teatro, y a la vez tiene esa característica de discutir de teatro dentro del propio teatro en clave de humor, pero viendo la problemática de la profesión, la inseguridad de los artistas, los propios conflictos existenciales (...). Todos parten de una situación límite y común, el miedo a morir. Lo que curiosamente mueve a los personajes es el miedo a dejar de existir. Es un conflicto existencial, de cuestionarse la vida".