El derribo de un caza ruso en la frontera entre Turquía y Siria disparó ayer la tensión diplomática mundial y agravó al máximo las ya tirantes relaciones entre Ankara y Moscú, aunque las circunstancias exactas del incidente no están claras aún.

Las autoridades turcas aseguraron inicialmente que una patrulla de dos cazas F-16 turcas "intervino" contra un bombardero ruso del tipo Su-24 que había vulnerado el espacio aéreo del país y cuyos pilotos ignoraron hasta diez advertencias.

El derribo tuvo lugar a las 07.24 GMT de la mañana de ayer y el caza se precipitó sobre territorio sirio al sur de la provincia turca de Hatay, a unos 40 kilómetros al noreste de la ciudad portuaria siria de Latakía, donde se halla una base aérea rusa.

Esta versión fue más tarde confirmada por el presidente ruso, Vladímir Putin, quien habló de un misil aire-aire disparado contra el aparato ruso, negando que hubiera entrado en Turquía y precisando que cayó a cuatro kilómetros de la frontera turca.

Después, ni el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ni el primer ministro, Ahmet Davutoglu, aportaron más detalles sobre el incidente y solo reivindicaron en términos generales el derecho de Turquía de defender sus fronteras, sobre todo tras haber advertido en octubre de que derribará aviones que violen su espacio aéreo, tras numerosos incidentes con aparatos rusos en la frontera siria.

"Lamentamos estos hechos, consecuencia de unas normas de intervención qué habíamos declarado antes. Hicimos todo para evitar este último incidente", dijo el presidente turco.

Numerosos medios turcos han difundido un gráfico, atribuido a fuentes militares, en el que se muestra el recorrido del caza ruso antes de ser abatido, según quedó recogido por un radar turco.

Acorde a ese gráfico, el Su-24 atravesaba una "protuberancia" de terreno turco de apenas tres kilómetros de ancho en el extremo meridional de la provincia de Hatay, cuando fue alcanzado.

Tampoco estuvo clara la suerte que corrieron los dos pilotos que se lanzaron en paracaídas, algo que habría quedado documentado en parte por un vídeo difundido en la prensa turca.

Según explicaron fuentes del Gobierno turco, ambos pilotos fueron hechos prisioneros por los rebeldes sirios de la zona.