¿Es tu cesta de la compra económica y saludable? La respuesta la ofrecen las enfermeras Sisa Martín-Fernández y Lourdes Regalado, que enseñaron en un taller teórico y práctico a obtener información del etiquetado de los alimentos para poder elegir los más beneficiosos en una dieta sana.

Esta pregunta es el título de la conferencia que organizó ayer el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife dentro de su ciclo "Los jueves de salud", y en el que ambas enfermeras expusieron la última directiva comunitaria en materia de alimentación.

Esta normativa, que establecimientos de alimentación y restaurantes tienen de plazo para cumplir hasta 2016, dispone que es obligatorio informar en el etiquetado de los productos si un alimento contiene alguno de los 14 alérgenos más comunes, usar un tamaño de letra legible, identificar el origen y composición exacta e incorporar datos nutricionales.

Lourdes Regalado explica en una entrevista a Efe que entender bien el etiquetado ayuda a obtener la información necesaria para poder elegir el alimento más adecuado para una dieta saludable. Al respecto Sisa Martín-Fernández puntualiza: "Aunque haya crisis, se puede comer bien".

La industria alimentaria "se ha encargado de meternos por los ojos alimentos que en ocasiones se piensa que por más caros son mejores", indica, a lo que Regalado añade que hay que tener en cuenta los aditivos que se introducen en el producto "y a veces el menos barato no es el más saludable". Ambas profesionales de la enfermería mostraron estas cuestiones "de forma visual", pues para el taller instalaron dos mesas.

Una de ellas simuló ser "La ventita de Juan", con cartuchos de gofio y cereales habituales "en la comida de nuestros antepasados".

En la otra, "un montón de envoltorios" que mostraban la amplia selección de alimentos actualmente a la oferta y que, añade Regalado, es "donde está el problema", pues parece "mucha comida" cuando realmente "lo esencial, las proteínas y los hidratos de carbono, están en la otra mesa". "En esta lo que hay es muchos aditivos que antes no se encontraban".

La idea es animar al consumidor a que entienda qué alimentos hay a la oferta "para apostar por una comida sencilla, nutritiva y económica", de forma que a la hora de elegir un producto sepa cuál tiene más propiedades saludables y cómo lo puede deducir a partir de la etiqueta, además de buscar la mejor relación calidad-precio.

Regalado señala que hay una pequeña parte de los consumidores con mayor formación en este ámbito, pero en general la gente no se fija en este asunto a la hora de hacer la compra.