La Dirección General de Tráfico (DGT) intensificará, desde este lunes 30 de noviembre y hasta el próximo viernes 4 de diciembre, la vigilancia en los autocares dedicados al transporte de escolares.

Los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil realizarán inspecciones que consisten en un primer control de carácter administrativo sobre las autorizaciones y documentos que deben tener dichos vehículos para la correcta prestación del servicio.

También se verificará que las condiciones técnicas y elementos de seguridad del vehículo son los que exige la normativa, así como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción, los tiempos en la carretera y descanso.

Además, controlarán que los conductores circulan a la velocidad permitida y que no hacen uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción ya que ambos factores, velocidad y distracción, son las principales causas de los accidentes en los que están implicados este tipo de vehículos. También se incrementarán los controles de alcohol y drogas entre los conductores.

En este sentido, la DGT ha recordado que la semana pasada fue identificado un conductor de un autobús escolar que se disponía a recoger a los alumnos del colegio y que tras someterle a las pruebas de alcohol y drogas, dio positivo en sustancias estupefacientes.

Por otra parte, para esta campaña Tráfico ha invitado a los municipios de más de 20.000 habitantes a sumarse a la misma, de modo que la vigilancia de este tipo de transporte sea tanto en zona urbana como en interurbana.

EL CINTURÓN DE SEGURIDAD: UN SALVAVIDAS

La DGT ha recordado que en 2014 los autobuses escolares se vieron implicados en 29 accidentes (20 en vías interurbanas y 9 en urbanas), en los que no falleció ninguna persona aunque 11 ocupantes resultaron heridos y 3 de ellos requirieron hospitalización.

Por la importancia que tiene este dispositivo de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención al uso del cinturón de seguridad en aquellos autobuses escolares que los tengan instalados, actualmente ese porcentaje es de más de un 60 por ciento.

Según diversos estudios el uso de un sistema de seguridad en autobuses reduciría las lesiones mortales en un 90 por ciento en caso de choque frontal o vuelco, ya que correctamente abrochado evita la proyección del pasajero (adulto o niño) y reduce los impactos en el pecho, abdomen y piernas, apunta el departamento que dirige María Seguí.

EDUCANDO EN EL BUS ESCOLAR

Del mismo modo, señala que los trayectos de casa al colegio pueden ser buenos momentos para que el adulto que acompaña a los menores les recuerde algunos mensajes sobre seguridad vial, tales como, no pararse nunca detrás del autobús; esperar la señal del conductor y cruzar siempre al menos tres metros por delante; dentro del autobús hay que mantenerse sentado y con el cinturón puesto; o no correr al llegar al autobús, ni al salir, entre otros.

Además, recomiendan a los padres comprobar la seguridad de los autocares en los que se desplazan sus hijos, solicitar al centro la contratación de autocares con cinturones y comprobar que un monitor acompaña a los niños durante el trayecto.