Loro Parque convocó ayer una inusual rueda de prensa para responder a una pregunta planteada por el cartel de Anoniman en el kilómetro 32 de la autopista del Norte: "¿Zoos lógicos?". Esa cuestión animó al presidente y vicepresidente de Loro Parque, Wolfgang y Christoph Kiessling, acompañados por el biólogo Rafael Zamora y el director de su fundación, David Waugh, a responder a las críticas que reciben los zoológicos y a reivindicar la función educativa, científica y ecologista de "zoos modernos como Loro Parque".

La plana mayor del parque respondió ayer con un "rotundo sí" a la pregunta del cartel y lo argumentaron, durante más de una hora, con datos como la inversión de Loro Parque Fundación en proyectos conservacionistas en el mundo. Kiessling dijo que han invertido desde 1999 más de 16 millones de dólares en 92 proyectos para estudiar especies amenazadas y evitar su extinción y la desaparición de sus hábitats.

Recalcaron la labor educativa que realizan los zoos en "un mundo cada vez más urbano, en el que muchos niños apenas han visto una vaca". A juicio de Zamora, "los 45 millones de visitantes satisfechos que han pasado por Loro Parque" tienen más conciencia medioambiental tras la visita.

Destacaron su colaboración científica con la ULPGC, la ULL, el CSIC, las universidades de Giessen y Berlín o el Instituto Max Planck. Y subrayaron que los estudios que se realizan sobre animales en cautividad, como cetáceos o loros, permiten mejorar el conocimiento y la conservación de los que viven en libertad. "Los estudios realizados aquí son una fuente inmensa de conocimiento científico y ayudan a atender mejor a animales que aparecen varados o tienen problemas en libertad", aseguró Kiessling.

En Loro Parque consideran que algunos colectivos "utilizan lo emocional" para desarrollar campañas "equivocadas". Pusieron como ejemplo los 20 millones recaudados para liberar a la orca Willy, que "acabó muriendo". Y afirmaron que "bien usado" ese dinero generaría "grandes éxitos medioambientales, como salvar de la extinción al loro oreji amarillo, que Loro Parque logró con una inversión de 1.447.000 euros, o a la cacatúa filipina, que costó 1,5 millones".

"Aquí se puede estudiar a las orcas y a los delfines, algo casi imposible en la naturaleza. Eso da lugar a avances científicos y veterinarios muy importantes, aparte de que ayuda a sensibilizar", apuntó Zamora.

Kiessling reconoció que la situación de Sea World, en EEUU, le preocupa "muchísimo, porque existe una gran campaña contra ellos". Citó los documentales "The Cove" y "Blackfish", y respondió que los cetáceos nacidos en cautividad "no pueden liberarse". También consideró inviable la propuesta de vallar bahías para alojar orcas y delfines "por la gran cantidad de suciedad que se generaría, como ocurre con la acuicultura".

Respecto a las orcas y la posible modificación del espectáculo, Kiessling dijo que "desde hace años aquí hacemos un show educativo. Gastamos 500.000 euros anuales en el cuidado de cada orca y no veo ninguna razón para modificar el show. No tengo ningún miedo ni ningún complejo. Creo que mis orcas están muy bien y son muy felices".

El presidente de Loro Parque reconoció que su zoo se puso "en el ojo del huracán" cuando aceptó el encargo de Holanda de hacerse cargo de la orca Morgan: "Morgan está ahora muy bien, pesaba 875 kilos y ahora supera los 2.000. Pero tiene un problema: apenas oye y por eso moriría en libertad".

Críticas a la Born Free Foundation

Wolfgang y Christoph Kiessling mostraron ayer un vídeo grabado en una reciente visita que realizaron a instalaciones de la Born Free Foundation, en Etiopía, para criticar lo que consideran una postura incoherente de entidades que se oponen a los zoológicos y rechazan el cautiverio. Los Kiessling lamentaron que una fundación que defiende que todos los animales deben estar en libertad "cuente en Etiopía con un centro donde mantienen en cautividad a siete leones porque ellos mismos admiten que ya no pueden devolverlos a la naturaleza. Hacen lo mismo que hacemos aquí, pero en peores condiciones, y aún así nos critican", lamentaron. Wolfgang Kiessling subrayó que los animales de Loro Parque ya no podrían vivir en libertad, por haber nacido en cautivero o haberse acostumbrado a los cuidados de los seres humanos: "Liberarlos sería como coger a mi perro y dejarlo solo en El Teide. ¿Creen que cazaría un conejo para comer?".