Los alcaldes de las cuatro grandes ciudades de Canarias, La Laguna (CC), Santa Cruz de Tenerife (CC), Las Palmas de Gran Canaria (PSOE) y Telde (NC), pidieron ayer "más diálogo" y una "mejor interlocución" con el Gobierno de Canarias, con el objeto de dar una "mejor respuesta" a los problemas "comunes" que afectan a las áreas urbanas del Archipiélago.

Lo hicieron en una rueda de prensa conjunta que ofrecieron tras celebrar en La Laguna la primera reunión del conocido desde ayer como "G-4". Una cita cuyo objetivo es, según explicó el regidor lagunero, José Alberto Díaz, "cooperar" con el Ejecutivo regional para atender las demandas de cuatro municipios que aglutinan el 40% de la población canaria y tienen el 47% de las empresas emprendedoras de las islas. Dos aspectos que, unido a que acumulan el mayor desempleo, exigen que se acometan "políticas específicas".

Díaz subrayó que no se trata de "presionar" al Gobierno de Canarias, sino de hacer una "puesta en común" sobre la realidad urbana de las islas sin perder de vista la "solidaridad" con los municipios más pequeños. "Eso es apostar por el desarrollo de Canarias", aseguró.

En esta línea, el alcalde de Las Palmas de Gran Canaria, Augusto Hidalgo, indicó que las cuatro ciudades soportan "mayor presión" que las del resto del Archipiélago en gasto público, pobreza y costes sociales, aunque también reconoció que también tienen una "gran ventaja" para el desarrollo económico.

A juicio del regidor grancanario, el Ejecutivo "no puede obviar" esta realidad, y por ello, pidió un trato "más directo" sin que eso signifique no tener una "visión de conjunto" del Archipiélago. "No venimos a dar codazos ni a apartar a ningún municipio pequeño de los recursos", enfatizó. "Es una realidad puramente urbana que nos diferencia para bien y para mal del resto de canarios".

Al respecto, José Manuel Bermúdez, alcalde de la capital tinerfeña, pidió al Ejecutivo canario y a los cabildos respectivos planes de empleo "específicos", ya que en estos municipios trabaja mucha gente que no reside en ellos. "Tenemos realidades diferentes y nuestros vecinos sufren realidades diferentes al resto", detalló.

Mientras, la alcaldesa de Telde, Carmen Hernández, afirmó que el encuentro de ayer, que se repetirá en próximas citas, no va contra el Ejecutivo ni contra otros municipios, sino que es un espacio de diálogo para buscar soluciones a problemas comunes, buscando "lo que nos une" y dejando a un lado "lo que nos puede separar".

En este punto, y sobre la interlocución con el Gobierno, Hernández destacó que el papel de la Federación Canaria de Municipios (Fecam) es "insuficiente" -aunque aclaró que sigue siendo una herramienta útil- para poner sobre la mesa "las necesidades y potencialidades" de las áreas urbanas.

Como ejemplo de ello Hernández citó el problema de los desahucios, que han tenido "menos impacto" en los municipios rurales, donde son más sólidas las redes de ayuda familiar.

En la reunión de ayer se establecieron cuatro mesas de trabajo: Empleo -coordinada por Santa Cruz de Tenerife-; Políticas Sociales -Telde-; Turismo y Comercio -Las Palmas de Gran Canaria- y Vivienda -La Laguna-. Los cuatro alcaldes volverán a reunirse después de los Carnavales, esta vez en Telde.

"Mucho que decir"

Los cuatro alcaldes coincidieron ayer en señalar que tienen "mucho que decir" en el diseño y distribución del plan de desarrollo que se llevará a cabo por parte del Gobierno canario con los fondos del extinto ITE. A juicio de José Manuel Bermúdez, el plan es una "oportunidad" para los cuatro grandes municipios. No obstante, y aunque reclamó más participación, rechazó que esta fuera el 40% de los 1.600 millones previstos, tal y como correspondería en función del número de habitantes. "Tenemos unas oportunidades de empleo diferentes, de atraer empresas, que tienen que ser aprovechadas por el plan de desarrollo", dijo.

Pleito insular superado

La unión de las cuatro grandes ciudades escenifica la "superación" del pleito insular, indicó también José Manuel Bermúdez. "Nos ponemos de acuerdo cuatro ayuntamientos de las dos islas mayores sin renunciar a lo que cada uno tiene que defender, pero con propuestas en positivo", dijo.

¿Queda zanjada pues la polémica del padrón con Las Palmas? "Eso no tiene que ver con Augusto", precisó Bermúdez. "Yo no me he visto implicado en eso", aclaró el regidor grancanario. "Mi posición en aquel momento, que era consejero insular, fue que para eso estaban las instancias de estadística". "Las relaciones entre todos son fantásticas", matizó.