El papel de las sociedades culturales y recreativas, los Casinos y Círculos de Amistad, entre otras asociaciones, en el surgimiento del deporte en las islas occidentales es la columna vertebral del arduo trabajo realizado por el sociólogo teguestero Víctor Lorenzo Alonso en "Deporte, educación, ocio y disciplinamiento: un estudio sobre la sociabilidad en las Islas Canarias occidentales (1850-1936)", obra de Ediciones Idea que se presenta hoy, a las 20:00 horas, en el Centro de Historia y Cultura Militar de Canarias en Santa Cruz.

El acto contará con la intervención de Miguel Ángel Cabrera Acosta, catedrático de Historia Contemporánea de la Universidad de La Laguna; y Xavier Pujadas Martí, profesor titular de la Universidad Ramón Llull.

Lo que iba a ser un estudio sobre los inicios y el desarrollo del deporte y la actividad física en general en la provincia de Tenerife derivó en un trabajo más profundo que tuvo en cuenta una serie de actividades paralelas que aludían a la sociabilidad, esa forma en que las personas se reúnen para hacer actividades y convivir.

El libro, cuyo contenido bascula entre la sociología del ocio, la historia cultural, la historia social y la antropología cultural, está estructurado en diez capítulos que tratan sobre el deporte y la actividad física en ámbitos como el ejército, sindicatos, partidos políticos, sociedades culturales y recreativas, entre otros.

"Estudié el papel de las sociedades culturales y recreativas en la actual provincia, los casinos, los círculos de amistad, entre otros, y vi cómo a medida que va pasando el tiempo el deporte va tomando forma en estas sociedades; y lo hacen de una manera determinada. Le dan sentido, por ejemplo, al billar, a la higiene privada, la creación de gimnasios o los masajes privados".

En este sentido matizó que, por una parte, "la finalidad del estudio es romper un poco la idea de que el origen es que se constituyó un equipo deportivo y ya está. Por otro lado, quería romper mitos en torno a fechas y orígenes. Por ejemplo, sobre la lucha canaria, que en la primera década de 1900 pasa de ser una práctica vinculada a apuestas a ser más deportiva y se crean reglamentos. O que el origen del Club Náutico es el Casino de Tenerife, y no es así".

Un hecho constatado por este investigador, tras consultar más de un centenar de cabeceras de la prensa canaria y peninsular del periodo estudiado, más de cuarenta archivos públicos y privados, y diversas estadísticas, es que todas las sociedades incluían deportes en su oferta, como el fútbol, a partir de los cuales surgen los equipos, las carreras pedestres... Era una forma de atraer socios.

Este desarrollo del deporte y de torneos está vinculado también a la cultura, a proyectos relacionados con el turismo y su explotación, a las tradiciones y el folclore, a la educación, a los gabinetes literarios, a la elección de misses o los bailes de magos, tanto en sociedades de origen burgués como obrero, en el sentido de personas que se ganan la vida trabajando.

Alonso resumió que "en esta obra estudio de qué manera se forma la sociabilidad deportiva en la provincia, cómo va tomando cuerpo el deporte. Por ejemplo, hay un Cinturón Ciclista de Tejina, creado en el año 52 por el Frente de Juventudes, pues está inspirado en unas carreras que hacían en La Laguna en el siglo XIX".