Si todo va según lo previsto, 2016 será el año cero del Rastro de Santa Cruz. El ayuntamiento está finalizando la lista de personas que tienen derecho a puesto. "Los que han abonado las tasas y cumplen los requisitos", avanzó el concejal de Servicios Públicos, Dámaso Arteaga.

"Vamos a publicar una lista provisional de titulares", explicó, para añadir que si alguien no está de acuerdo puede "poner una reclamación el ayuntamiento".

Los pasos a seguir son: finalizar la lista provisional de titulares de puestos ("está prácticamente terminada"), publicarla en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y dar un plazo para reclamaciones. Una vez que se resuelvan, "los puestos que queden libres se van a adjudicar a las personas que están en la lista de espera y que cumplen los requisitos", detalla Arteaga.

El edil hace hincapié en que "el expediente lo estamos llevando desde el ayuntamiento, ni la asociación ni nadie. Esto quiere decir que todo el mundo puede presentar las reclamaciones que sean oportunas".

De hecho, lo que dice la ordenanza del Rastro en su artículo 10 es que si el número de las autorizaciones concedidas es inferior al número de puestos, "la adjudicación de los nuevos puestos se efectuará mediante la concesión de las autorizaciones a través de un sorteo directo entre los peticionarios". Además, se añade la obligación de darle "publicidad adecuada" a este sorteo, "reflejando con claridad tanto los plazos [...] como sus fechas y lugares de celebración".

Los requisitos con los que han de contar estos nuevos peticionarios son los que vienen recogidos en el artículo 7 y 8. Entre los 13 requisitos que deben cumplir estos candidatos está el de estar dado de alta en el impuesto de Actividades Económicas y al corriente de los pagos y estar dados de alta en el régimen correspondiente de la Seguridad Social.

Todos los adjudicatarios tendrán que exhibir la autorización que les da el ayuntamiento y El Rastro entrará de lleno en el siglo XXI.