Joseph Jones se presta a vivir una nueva sensación, la de enfrentarse el domingo a su exequipo, el CAI Zaragoza, en el que militó dos temporadas.

"Mi primera experiencia en la Liga ACB fue genial, jugando dos años con un gran grupo, en el que todos eran buenos chicos; solo puedo decir cosas buenas si me preguntan por lo que viví en el CAI Zaragoza. Encima en una ciudad agradable", indicó el pívot norteamericano de Normangee, su pueblo natal de apenas 700 habitantes, donde se crió para convertirse en un héroe cotidiano. La suya es la historia de un hombre siempre sonriente que ha hecho del basket su pasión y su vida.

El domingo, cuando salte al parquet para enfrentarse al CAI Zaragoza, se reencontrará solo con dos compañeros de la 13/14, el alero Pere Tomas y el pívot Henke Norel; ni siquiera estará en el banquillo Ruiz Lorente, ayudante aquella temporada del fallecido José Luis Abós.

"En Tenerife me siento cómodo, muy bien; tenemos un gran equipo y estamos todos muy unidos, así que las cosas solo pueden ir a mejor. ¿La ciudad? no se puede pedir nada mejor; vivir en una Isla, con buen tiempo gran parte del año, es increíble, de verdad", comentó Joseph Jones.