¿Cómo valora el triunfo que logró en el K42 del domingo?

Era mi primer año en el K42 y me gustó bastante la carrera. Parte del recorrido de Anaga lo conozco, porque lo estamos visualizando para hacer allí un Ultratrail el próximo año, y me gusta mucho. Ya me imaginaba que la carrera iba a ser así. La organización tiene mucha experiencia, conozco bien a Isidro (Casanova) que es su organizador principal, y hay que darle un diez. Hubo mucha participación y en un recorrido impresionante. Estoy contento.

Le supongo al corriente del auge que ha alcanzado esta modalidad en Tenerife.

Sí, empecé hace muchos años a venir a Tenerife, cuando esto no era tan popular, he podido ir viendo la evolución y es verdad, el auge es impresionante.

¿En qué nivel sitúa el K42 en el calendario nacional?

Tiene el nivel de las mejores, el único problema es que al celebrarse a final de temporada hay muchos corredores que ya han terminado y no están al cien por cien. Pero simplemente con el nivel que hay en Tenerife ya es una buena prueba y más cuando suman los que han venido de la Península. Con todos, es una prueba muy disputada.

Sobre los límites humanos a los que lleva este tipo de pruebas ¿Cree que hay que regular esta proliferación de pruebas de montaña para evitar accidentes?

Ya en las pruebas que se consideran de más dureza se exige un mínimo requisito, como haber terminado alguna otra prueba de menos kilometraje. Los sucesos no tienen por qué estar relacionados con la dureza de la carrera. Hace poco, en la Beobia hubo uno y es una prueba de 20 Kms, en la que el ganador invierte solo una hora. No es para alarmar el hecho de que haya habido algún suceso puntual, pero sí hay que tener precauciones a nivel de seguridad.

El sábado, en La Laguna, Juan Oiarzabal dijo que ve imposible que el catalán Kilian Jornet consiga culminar su reto de subir y bajar al Everest (8.848 m. de altura) corriendo en un mismo día. ¿Tiene la misma opinión que él?

No, tengo la contraria. Creo que sí podría hacerlo. Si se lo plantea, y no ha dicho lo contrario, es que lo ve factible. Es obvio que puede fallar en algún intento, pero creo que podría hacerlo. A lo mejor nos llevamos todos una sorpresa, incluido él, y no es capaz, pues desconoce las sensaciones a 8.000 m, pero ya lo hemos visto corriendo a 7.000 metros de altura y haciendo otro tipo de actividades muy potentes y creo que puede lograrlo.

¿La barrera que hay que salvar está en los 7.000 metros?

Sí, ese parece que es gran problema, por lo que dicen los expertos, igual que existe el muro de los treinta kilómetros en maratones. Hay que confiar en lo que él dice. Cuando esté ahí, sabrá si puede conseguirlo o no.

¿A Miguel Heras le hubiera gustado intentar algo así?

Sí, cuando las condiciones físicas no me den para correr tan deprisa y tenga la opción de estar en la montaña haciendo cosas más tranquilas, aunque duras también, como el alpinismo. Cuando llegue el momento podría intentar ese tipo de cosas, seguro que me divertiré.